Cuidar las cutículas

Las cutículas no son más que capas de células de la piel que rodean la base y los laterales de las uñas, necesarias para prevenir infecciones, ya que el hueco entre la uña y la piel podría servir de entrada a todo tipo de gérmenes. Es por ello necesario mantenerlas cuidadas y no solamente por cuestiones de salud, sino también de estética, para que nuestras uñas estén bonitas en todo momento. Lo ideal es que las cutículas estén suaves y no duras y que no estén levantadas o rotas.

Es muy importante que las cutículas estén hidratadas, lo que podéis lograr con una crema como la crema Apricot de Dior. Después podéis retirar las cutículas con un quitacutículas (no intentéis hacerlo con un palillo o similar, podríais dañarlas) o con un palito de naranjo, para que la uña quede más bonita. Utilizando un cortacutículas (que aunque parezca lo mismo no es igual que el quitacuticulas) corta los extremos que estén levantados o despegados de la base de la uña.

Termina con una crema hidratante para manos y mucho mejor si es con protección solar. Os recomendamos por ejemplo la Antiedad de la marca Deliplús (en supermercados Mercadona) que lleva filtro solar. Por último es conveniente hidratarlas en profundidad regularmente, cosa que puede lograrse manteniéndolas inmersas en un recipiente con aceite de jojoba o de almendras dulces durante un rato. Cuando las saquéis no hace falta que las sequéis en exceso: dejar que el aceite penetre en las uñas y cutículas para una mayor nutrición de los tejidos.

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