Cuídate con los mejores alimentos para el otoño

En septiembre la sensación de que empieza una nueva etapa me invade mucho más que cuando estrenamos el año nuevo. Se acabaron las vacaciones, el buen tiempo se va despidiendo poco a poco, pero a la vez hay energías renovadas y ganas de hacer muchas cosas, entre ellas cuidarme todavía mejor, por dentro y por fuera.

Una buena alimentación es clave para sentirnos bien, más guapas y en forma, por eso en nuestro especial Puesta a punto para el otoño hoy vamos a hablar de algunos de los mejores alimentos para disfrutar en esta estación.

Cambia el tiempo, cambian las frutas

Aunque todavía no han bajado las temperaturas, pronto empezarán a hacerlo. Los árboles se teñirán de marrones y ocres, el fresco se notará cada vez más y ya no tendremos tantas ganas de comer frutas esencialmente refrescantes.

En otoño el cuerpo nos pide calidez y sabores más dulces, por lo que debemos procurar proporcionárselos de forma natural, a través de las frutas de temporada, en lugar de recurrir a la bollería industrial o a los azúcares refinados.

La manzana es la estrella de esta estación, está en su mejor momento y nos puede ayudar cuando nos apetece picotear. Además con muy pocas calorías nos proporciona fibra para regular el tránsito intestinal, y vitaminas, minerales y aminoácidos que después se reflejan en nuestro cutis.

Si queremos librarnos de los excesos del verano la pera nos servirá para depurar, gracias a la pectina que contiene en su piel y a no ganar peso, ya que la mayor parte de su contenido es agua.

También es un buen momento para empezar a incluir naranjas y kiwis en nuestros desayunos, que nos aportarán Vitamina C y nos ayudarán a producir colágeno y prevenir las arrugas, sin olvidar que en octubre también podremos disfrutar de la deliciosa uva negra, famosa por su contenido en resveratrol y sus propiedades antioxidantes.

Legumbres, verduras y cereales integrales, trío de ases

Ensaladas, sopas frías, batidos... ¿A qué cada vez apetecen menos? Toca empezar a preparar platos calientes, teniendo en cuenta que no por ello tienen que dejar de ser ligeros y sanos, ni requerirnos pasar mucho más tiempo en la cocina.

Ya habíamos hablado de los beneficios de las verduras y las legumbres, combinándolas podremos crear platos llenos de energía, proteínas y fibra que a la vez sean muy bajos en grasas y calorías.

Entre las verduras de temporada se encuentra la calabaza, irresistible en crema y muy rica en carotenos que embellecen el tono de nuestra piel, el nabo, que mejora la digestión, y todo tipo de coles que son en general muy diuréticas.

También es un bueno momento para comer espinacas, acelgas, borrajas y escarolas que por su alto contenido en vitaminas A y C se consideran muy adecuadas para prevenir el envejecimiento prematuro.

Cereales integrales como el mijo, el arroz, la avena o la quinoa harán nuestras preparaciones todavía más nutritivas, conseguirán saciarnos más y nos darán una dosis extra de vigor, tan necesario en estas fechas.

Con elementos tan saludables ¿Quién se resiste a un buen guiso de lentejas?

Algas y castañas, un buen complemento

Sopas, cocidos o salteados admiten mucho mejor las algas que la mayoría de recetas veraniegas, incluso si eres de las que no te gusta mucho su sabor puedes probar a introducirlas discretamente en un caldo para darle densidad y aprovechar sus propiedades sin prácticamente alterar el resultado.

Las algas estimulan el buen funcionamiento de nuestro metabolismo, aportan hierro y fibra, son saciantes y apenas tiene calorías. Ya comentamos algunas como ayuda para adelgazar, pero si os gustan especialmente para las dos próximas estaciones nada mejor que el alga hiziki, la más sabrosa de todas, que como requiere una cocción de unos 30 minutos resulta ideal para añadir a los potajes de legumbres.

Los frutos secos son recomendables (en pequeñas cantidades) durante todo el año, pero si entre tus buenos propósitos de fin de verano está también el de retomar el deporte tus aliadas serán las castañas, con una buena dosis de hidratos de carbono y apenas nada de grasa, te darán las fuerzas necesarias para ponerte en forma de nuevo.

También son muy ricas en potasio que contrarresta los efectos del sodio y evita que retengamos líquidos. Además ¿Qué puede haber más apetecible que un cucurucho de castañas cuando empiezan los primeros días de frío?

Yo casi lo estoy deseando... bueno, solo a ratos. Pero no importa ¡El otoño ya llega!

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