Se me terminó mi cera habitual y, como es una cera de marca profesional, no pude esperar a comprar más: las urgencias de axilas velludas cuando vas a la piscina del gimnasio no entienden de compras. Pues nada, cambié por las perlitas de cera de Daen: a grandes problemas, grandes soluciones.
Junto a Veet, son las dos marcas de productos depilatorios más conocidas y populares en España. Las perlitas me parecen un tipo de producto muy cómodo para dosificar la cantidad de cera que quieres. Además, al ser tan pequeñas se derriten mucho mejor que las pastillas en bloque. ¡No estamos para perder el tiempo!
Las perlas de cera Daen
Ahí está mi aparato de fundir cera: real y lleno de cera por todas partes, como todos los fundidores caseros (y de muchos centros de belleza). Cuando tengáis que cambiar de cera depiladora, debéis utilizar o sacar el máximo de la primera cera antes de fundir la segunda. Por si acaso, es mejor no mezclarla.
Como compro la cera en kilos, me dura mucho tiempo así que para mí utilizar otra cera fue toda una experiencia. Lo que pido a una cera depilatoria para zonas sensibles es: que no queme y que tire fuerte. La Daen tiene un punto de fusión bajo, es decir, que se derrite en pocos minutos.
Cuando se convierte en una pasta homogénea (que no se vean las perlitas) y viscosa, está lista para utilizar. Con viscosa me refiero a una textura tipo miel porque como esté demasiado líquida podrías quemarte. Hay que ser paciente y esperar que esté a punto para obtener buenos resultados.
Mi experiencia con la cera de depilar Daen
Después de una mala experiencia hace ya una década con una cera comprada en el supermercado (no recuerdo qué marca), una servidora se pasó a la cera profesional. Pero claro, desde entonces los productos depilatorios han dado un paso de gigante y tienen una calidad muy buena.
La depilación de mis axilas fue estupendamente con un solo contra. Os cuento. Ya os he adelantado que se funde muy bien: rápido y homogéneamente en pocos minutos. Se extiende fácilmente y es de las espesas, como a mí me gusta. El tirón se retira bien, toda la capa de cera de un golpe: odio cuando quedan pegados mil pedacitos de cera en la piel.
La diferencia con una cera profesional es la cantidad de vello que depila: la profesional tiene más poder de arrancar pelos. Pero claro, la comparación es odiosa. Tuve que aplicar un par de capas más de lo habitual pero me fue muy bien. Me sorprendió positivamente que no quema nada la piel: tiene una temperatura muy baja al contacto con la piel. Calidad y precio: una buena inversión, visto lo que cuesta depilarte en centros de belleza.
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