Nadie dijo que fuera fácil. Puede que la teoría de cortarse el pelo o simplemente el flequillo pueda resultar sencilla, pero no, no lo es. O sino que se lo digan a Sara Sálamo que estos días de aislamiento se ha lanzado a la piscina, ha cogido las tijeras y el resultado no ha sido el esperado, tal y como le pasó hace unos días a Pilar Rubio con el tinte.
Una de las cosas más habituales que nos pasan a todos cuando empezamos a cortarnos el flequillo es que no sabemos medir las distancias. Lo que nos parece poco, probablemente sea mucho más de lo que pensábamos y cuando intentamos "desescalar" muchas veces acaba en desastre, como en el caso de la actriz que no solo le ha quedado mucho más corto de lo deseado, sino que además lo que podría parecer un despuntado se ha convertido en un zig-zag poco favorecedor.
Así, si no podéis esperar al retorno de las peluquerías que ya es inminente, como sabéis, siempre hay que hacer caso de los expertos como nos contó Eduardo Sánchez, director de Maison Eduardo Sánchez.
El corte de flequillo no profesional es preferible hacerlo siempre en seco: en mojado es más fácil equivocarse con la longitud. Si no, es fácil acabar con “baby bangs” indeseadas. Siempre es importante partir del cabello secado al aire, sin estirar con plancha ni secador: de esta forma, evitaremos excedernos en el corte. Es mejor que cortarlo en recto, porque si primero se corta recto y luego se quiere hacer irregular es muchísimo más difícil. No hace falta cortar todo ese cabello, sino sólo entresacar y eliminar las partes más largas: así el resultado es mucho más natural y si hay errores, pasan más desapercibidos.
Está claro que hay cosas que hay que dejar a los profesionales, las cosas como son. Sin embargo, tampoco es que pase gran cosa, el pelo crece y además la estilista de Sara Sálamo, en sus comentarios, ya ha prometido que se lo arreglará, así que pronto estará solucionado. Además, dicho sea de paso, ella es tan mona que sí, hasta le queda bien, las cosas comos son.
Fotos | @sarasalamo
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