Si estamos preparando una dieta o queremos perder peso, o incluso, mejorar nuestra alimentación, tendremos que variar nuestros hábitos: desayunar más (y mejor), almorzar correctamente y realizar una cena ligera. Muy ligera.
En un reciente estudio de origen norteamericano (hay que tener siempre cuidado con los estudios), sacaron estas conclusiones sobre los carbohidratos y las proteínas: a largo plazo, mejor desayunar fuerte. Y a diferencia de los que se cree, las dietas bajas en carbohidratos originan resultados que no perduran en el tiempo. Las mujeres del estudio eran obesas e inactivas físicamente. Con ellas se conformaron dos grupos cuyas dietas tenían las mismas calorías y eran bajas en grasas pero la distribución de los carbohidratos ingeridos a lo largo del día era diferente.
Si bien en un principio las mujeres que realizaban un desayuno ligero estaban adelgazando más que aquellas que realizaban un “gran desayuno”, después de 8 meses sucedió lo contrario.
Las mujeres que sólo consumieron 290 calorías y 7 gramos de carbohidratos en el desayuno habían aumentado 8 kilos respecto al inicio del estudio en un plazo de 8 meses. En cambio, las mujeres que consumieron 610 calorías en el desayuno y 58 gramos de carbohidratos, perdieron en promedio 7.5 kilos en el mismo período de tiempo. ¿Impresionante, no?
El hecho de desayunar fuerte y con variedad de alimentos disminuyó los antojos de carbohidratos de las mujeres, se sintieron menos hambrientas y controlaron mejor su apetito. Entonces, para perder peso rápidamente sí es útil desayunar ligeramente, pero con el paso del tiempo los resultados no se mantienen.
Vía | Vitónica En Arrebatadora | Dietas ricas en proteínas para no recuperar el peso perdido Imagen | Getty Images