Este verano se está emitiendo en televisión el spot publicitario de un conocido refresco que ha venido a confirmar lo que he sospechado durante mucho tiempo. ¿Realmente descansamos en verano? Las vacaciones que tan idílicas nos prometemos, ¿las utilizamos para reponer fuerzas o para agotar la energía que nos queda? Porque puede que asociarlas al relax, en la mayoría de los casos, sea solo un mito.
Para más de uno, las vacaciones resultan ser uno de los periodos más agitados y agotadores del año. Son tantos los proyectos que se desean cumplir en tan corto espacio de tiempo, que muchos de nosotros, como viene a decir el spot, acaban añorando la llegada del invierno como el "descanso del guerrero".
¿Lo peor? Que, en la mayoría de las ocasiones, las obligaciones veraniegas se imponen de forma voluntaria, de manera mecánica, sin pensar realmente que es lo que se necesita, dejándose arrastrar de nuevo por un ritmo de trepidante.
No tenéis mas que mirar a vuestro alrededor: excursiones, running, golf, surf, vela, padel, tenis o lo que se tercie, incluso a veces, terribles pruebas de resistencia a temperaturas de vértigo. Jornadas interminables en las que todo se condensa: piscina, playa, calor, niños, bolsas o "maletas" de playa, salidas nocturnas, reuniones, amigos, beber,... ¡Un auténtico maratón de resistencia!
¿Todavía hay solución?
El otro día, una amiga muy deportista, me dijo que este año no tenía ganas de salir a correr temprano, que se quedaba durmiendo, y aunque había notado el efecto sobre su tripita, su prioridad era descansar porque había sido un año muy duro de trabajo. Concluyó sentenciando que que en invierno habría tiempo para remediarlo. ¿Os parece tan grave?
Esa es la esencia: las vacaciones se inventaron para descansar, para reponer fuerzas y energía, y es algo que a veces olvidamos. Practicar deportes y divertirse son actitudes positivas y saludables, pero como todo, con medida, sin excesos. Aunque siempre existen obligaciones, otras muchas son innecesarias o no urgentes.
Si en unos días añoráis vuestro sofá, el calor del hogar y los días fríos que invitan a quedarse en casa, puede que hayáis caído en la trampa de la "hiperactividad vacacional". ¿Todavía os quedan días libres?
Estáis a tiempo de volver repuestos a la rutina de vuestra actividad laboral. Escuchad a vuestro cuerpo, lo que os apetece, y si este año no tenéis ganas de salir a correr, como mi amiga, o queréis dormir más… ¿por qué no ponerlo en práctica? Solo tenéis que analizar y dar prioridad a vuestras apetencias. ¿Sois capaces?
Imagen | 1# whatsheart
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