No os voy a hablar hoy de una marca determinada, sino de qué pasa con nuestras pestañas que nunca quedan tan bien como en los anuncios (sí, lo sé... ¡son pequeñas presentaciones de magia!!). Lo que quiero analizar son las características que pueden tener las pestañas: espesor, curvatura, ordenadas...
El espesor de tus pestañas es bastante significativo, porque si ya son muy espesas, no es necesario que la máscara te cubra toda el arco. Aprovecha para dar el toque a las puntas y la base transparente ya dejará un buen maquillaje. Si tu caso es al contrario, y no tienes demasiadas pestañas, sí tendrás que aplicar mayor cantidad de rimel. Las apariencias lo son todo.
La curvatura de las pestañas. No todas son curvas perfectas. Existen pestañas pequeñas, casi rectas, que son más difíciles de manejar. Tu mejor aliado diario será un rizador de pestañas. Si no usas rimel habitualmente no intentes que parezcan de anuncio, es probable que no deje ver tus ojos, hay que conseguir un poco de curva.
Ya somos lo rebeldes que son los pelos, y las pestañas no iban a ser menos. ¿Las tienes ordenadas o cada una va a su bola? Bien, el mercado está lleno de posibilidades para cada estilo.
Igual mi método es más rudimentario, pero siempre utilizo una máscara transparente de base, y cuando ya les he dado la curva adecuada y fijado el rimel, aprovecho para dar el toque con el cepillo negro. El aspecto es más brillante y dura más, no se desprende con el paso de las horas, ni deja marcas. Eso sí, si piensas que los ojos se van a humedecer, los resistentes al agua serán tu mejor elección.
Así que ya sabes, analiza tus pestañas, no olvides el rizador diario, y compara, será la mejor solución para conseguir una mirada de cine.
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