Os lo avisé cuando presenté la colección Dentelle de Dior, y al final he sucumbido. Me quedé prendada de aquel colorete, Diorblush y al final me he hecho con él. El tono es el 839 (Rose Vintage), exclusivo de esta colección.
Como veis son dos tonos, el más grande es un rosa amaderado un poco más mate que su compañero. El otro tono es un rosa más claro que tira casi a coral, pero con ese toque empolvado y vintage. Este brilla un poquito más.
Los tonos de Diorblush, de cerca
Aquí podéis ver de cerca los tonos y apreciar la diferencia de matices. También observamos el encaje sobreimpresionado en el producto, propio de esta colección Dentelle (se ha borrado un poco del uso)
Los tonos del colorete se pueden utilizar juntos o por separado. A mí me gusta más el tono que queda utilizándolos los dos a la vez. A continuación, os muestro los tonos difuminados en un papel.
Quizá no se aprecia del todo bien. El número 1 corresponde al tono grande, el de la izquierda. Es un rosa amaderado mate. El número 2 corresponde al tono de la derecha, que queda más tirando a marroncito pero con brillo. El número 3 es la mezcla de los dos, es como el número 1 pero con más luminosidad.
Le pongo una pega a los tonos y es la siguiente. Creo que si tienes la piel morena apenas van a destacar en ella, simplemente te aportarán un leve destello. Yo tengo la piel muy clarita y en mí sí que se nota, pero creo que en una piel más oscura resultaría demasiado discreto, quizá.
La duración y la textura del blush, aparte de los tonos, es de lo que más me ha gustado. Su textura es muy fina y suave lo que la hace fácil de aplicar, y a la vez dura bastante tiempo inalterada en el rostro.
La brocha de Diorblush
Normalmente, no suelo utilizar las brochas que vienen en los blush porque son demasiado pequeñas o demasiado duras. Utilizo la mía propia. En este caso, he de decir que hasta la brocha me ha sorprendido puesto que es bastante grande, el pelo es muy suave y flexible y permite una aplicación más que aceptable.
El packaging de Diorblush
Al hablar de productos como éste es obligado hacerlo también sobre el packaging. A la vista está: elegante, lujoso y espectacular. La polvera viene en una caja y a su vez en una funda azul marino que imita el terciopelo.
La caja en sí, se diferencia de la de la colección de Navidad por el filo plateado, pero sigue manteniendo el grabado de la firma y las iniciales “CD” en un azul más claro y tornasolado en la tapa. Por dentro, destaca el espejo, que ocupa toda el área de la tapa.
Su precio es de 41 euros y el envase contiene 7,5 gramos del producto. Sí, lo sé, es un precio elevado. Yo espero que me cunda mucho y cuando se me acabe, de alguna forma reciclaré la caja como espejito de bolso o algo similar porque me encanta.
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