Decía Albert Einstein que en las épocas de crisis nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Hoy no os traigo un invento grandioso, pero sí un remedio económico fruto de la creatividad en respuesta a la crisis y de la filosofía Do it yourself (hazlo tú mismo).
Se trata de un cepillo para las cejas elaborado a partir del pincel de una máscara de pestañas ya acabada. El truco es muy sencillo, únicamente hay que lavar a conciencia el cepillo para eliminarle todos los restos que queden de rimel. Yo lo he hecho con uno negro, imagino que con uno transparente será más sencillo y menos escandaloso.
Frotándolo bien con agua caliente y lavavajillas se quita casi toda la máscara. Luego, podéis dejarlo en remojo una noche en agua con lavavajillas para que se terminen de desprender los restos de producto. Y ya está, tenemos un nuevo cepillito para nuestras cejas, y sin ningún coste.
En Arrebatadora | DIY: crema corporal de chocolate