Este mes ha llovido mucho; quizá demasiado. En uno de estos días en el que todo era muy, muy gris, uno de tantos en los que me hubiera gustado ver a primera hora un rayo de sol o un poco más de luz, Sisley me había convocado para conocer una de sus novedades. Por la mañana y bajo la lluvia caminé por la calle Prado de Madrid hacia la sala de exposiciones del Ateneo, lugar donde se celebraba la “misteriosa” presentación. Coordenadas, dia y hora, pero pero ni una sola palabra sobre lo que íbamos a descubrir.
Cuando llegué, abrí la puerta deprisa, intentado cobijarme del frío y el agua, cuando,¡de repente!, me vi inmersa en la atmósfera que sucede a la tormenta. Un fresco y profundo aroma, un tenue colorido y una cálida luz. ¡El lugar al que cualquier persona hubiese deseado llegar en una mañana así! Una gran jaula albergaba un pequeño jardín tropical en el que una fragancia fresca y profunda envolvía flores y pequeños frascos de perfume con matices lilas y verdes... ¡Descubrí eau tropicale!
En ese momento volví a reafirmar mi creencia sobre la fuerza que tienen los pequeños detalles y particularidades para lograr que hasta los días más oscuros se llenen de luz. Un perfume, unas flores, un lienzo, el canto de un pájaro o un simple gesto son hallazgos que pueden cambiar cualquier rutina. Sabéis que suelo repetir que nuestro mundo se compone de todo lo que nos rodeamos y en nuestras manos está hacerlo con objetos o sensaciones agradables que nos gusten y nos inspiren emociones.
Inspiración y resultado
Sisley nos ofrecerá desde comienzos de marzo esta nueva fragancia, en la que se ha trabajado su esencia, inspiración y presentación de una manera muy cuidada para crear algo más que un eau de toilette. Un objeto muy especial lleno de simbolismo y significado. Es una fragancia cristalina, refrescante y profunda, inspirada en la impronta de los jardines tropicales después de la lluvia. ¿Os podéis imaginar, ahora mismo, el eco del sonido del agua, el canto de los pájaros y la esencia que deja una abundante lluvia sobre las flores? Si cerráis los ojos podéis intentarlo. Esta fragancia evoca todo eso y recrea el sueño de Isabelle d'Ornano tras preguntarse cómo sería el aroma que desprende una selva o bosque tropical después de una lluvia. ¡Un bello comienzo para componer la historia de este perfume!
El arte y la belleza
Antes de adentrarme en la fragancia pude apreciar su mimada estética. La delicadeza de su inspiración llega hasta su cuidadísimo envase. Su frasco transparente contiene colores cálidos y envolventes, rosa, verde, lila y morado combinados de la manera más refinada. El arte una vez más es reclamado por Isabelle d´Ornano para presentar y envolver un producto de la firma, que encargó un cuadro a la reconocida artista polaca Krystyna Radziwill, con esta evocación.
La artista que vivió una etapa de su vida en Nigeria ha sabido conjugar el significado de esta esencia con el entorno en el que se inspira de una manera delicada y deliciosa, como un bosque intenso, denso e impenetrable, envuelto en la luz de un manto solar cálido y suave, en el que el colibrí y las flores alcanzan protagonismo. Frescor y exuberancia hasta crear una impresionante obra pictórica que refleja un laberinto lleno de peligros y sorpresas.
El tapón una vez más ha sido realizado el escultor polaco fetiche, Bronislaw Krzystof, es cristalino, transparente y simboliza unas hojas. El frasco con colorido en degradé simula el increíble color morado que presenta el cielo tras una cálida tormenta. La caja que nos muestra un colibrí y escudo Lora en su interior esta forrada en violeta muy intenso. Cada detalle en esta fragancia nos indica que además de su esencia guardamos una cuidadosa obra de arte llena de sensibilidad y detalles que esperan ser captados ¿Su finalidad? Poseer algo muy especial.
La fragancia, ¿cómo es?
Un eau de toilette femenina, exquisita cálida y suave con unas notas de frescor que dan paso a exuberancia, llena de personalidad y estilo que además mantiene unas notas Sisley, fácilmente reconocibles, que la hacen diferente a las de cualquier otra firma. Una fragancia de autor en el que se hacen patentes las flores y la naturaleza mojada, un sello con mucha personalidad, que se presenta en una materia trasparente y cristalina.
Para descubrir esta fragancia, disfrutar y entender esta esencia y composición es fundamental hacer un viaje sensorial a través de sus tres etapas aromáticas.
Notas de salida, flores exóticas, hibisco, pasiflora, frangipani, luminoso gengibre y bergamota vigorizante. notas de corazón, matices florales, nardo fresco, violeta, rosa turca y por fin la notas de fondo o nota clave 3, el aroma amaderado del cedro, pachuli y semillas de hibisco que otorgan fuerza, profundidad y embriaguez.
El resultado es una fragancia luminosa, chispeante, fresca, atrevida, exótica seductora pero al mismo tiempo profunda y con una fijación excelente. Muy agradable y fresca pero intensa, muy diferente, en la que se mezclan arte, belleza y sensaciones. Una fragancia capaz de transportarnos y recrear un hábitat diferente, recreando un mundo muy particular. El frasco de 100 ml cuesta 120 euros y el de 50 ml, 71'50 euros.
Eau tropicale es un elixir lleno de delicadeza, color, frescor, sensualidad y exquisitez; todo eso es capaz de trasmitirme. Una vez más Sisley nos ofrece una pieza clave de buen gusto.
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