Ya habíamos comentado hace un tiempo que el alcohol engorda, también que favorece la celulitis, pero por si esto fuera poco hay que tener en cuenta también que tomar copas habitualmente tiene repercusiones muy negativas en nuestra piel.
Al igual que ocurre con el tabaco, cuando bebemos alcohol el nivel de oxígeno en la sangre se reduce, afectando a la producción de colágeno y haciendo así que la piel pierda elasticidad y firmeza.
El consumo de bebidas alcohólicas, especialmente las destiladas (whisky, tequila, ron, vodka etc.) reduce la cantidad de vitamina A en nuestro cuerpo, lo que produce envejecimiento prematuro de la piel, así como problemas de sequedad y descamaciones.
La carencia de esta vitamina también afecta a nuestra sonrisa, ya que es imprescindible para el mantenimiento de los dientes, la piel y tejidos blandos y óseos.
Por otro lado el alcohol dilata los vasos sanguíneos y hace que nuestro hígado tenga que trabajar doble para poder liberar toxinas, dos factores que pueden causar acné o empeorarlo considerablemente.
Todos estos efectos a corto plazo ya los hemos comprobado si al salir alguna noche hemos tomado una (o tres) copas de más. Por la mañana el cutis está deshidratado, apagado e incluso puede que adornado con algún que otro granito.
Por eso si queremos tener una piel bonita y cuidada es mejor intentar evitar las bebidas alcohólicas y cuando no lo hagamos elegir siempre las opciones más saludables como la cerveza o el vino.
¡Ah! y no olvidar tomar mucha agua para desintoxicarnos, así como fruta y verdura para reponer vitaminas y minerales. Aunque eso es algo recomendable igualmente para todos los días.
Foto | Fashion Hedonism
En Vitónica | El consumo excesivo de alcohol y su efecto sobre la nutrición
