Os presento mi antifaz de IKEA. Lo encontré hace varios meses en Madrid y pensé, perfecto para los ojos. Sí, más que para los ojos. Cuando estás cansada, o te duele la cabeza, o simplemente llevas muchas horas frente al ordenador o estudiando, en mi caso la opción A, relaja y mucho.
No me costé ni dos euros, lo que es genial. Lo guardo en la nevera, ahí está la gracia de que esté fresquito, y lo utilizo casi todos los días. Cuando a llega a casa, me descalzo y directa a la nevera. Te sientas o te tumbas en el sofá, dependiendo de las ganas... y durante 15 minutos... desconecto del mundo. Me lo quito en cuanto deja de estar frío, lo mismo tú prefieres estar más tiempo.
No sólo es bueno para los ojos, sino que para las sienes, al estar tan frío, ayuda a que las molestias y dolores de cabeza sean menos. No quita el dolor, no vayáis a pensar que esto es un milagro, pero ayuda. Sobre todo, relaja. Ahí os dejo mi pequeño consejo de lunes por la tarde, tras pasar mis 15 minutos con él puesto.
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