Muchas personas me han preguntado si es beneficioso hacer ejercicio físico en todos los momentos del ciclo menstrual, especialmente los días previos al comienzo y durante la menstruación. Bien, la respuesta fácil es un gran "sí", pero como siempre depende de cada cuerpo y de cada persona.
Hay chicas a las que el dolor durante los días de la menstruación o incluso el síndrome premenstrual hace que no puedan levantarse de la silla: en ese caso es totalmente aceptable tomarse unos días de descanso. Pero si no es tu caso, te recomiendo que sigas leyendo para descubrir los beneficios que el ejercicio físico puede suponer para nosotras en esos días del mes.
Ejercicio físico: una ayuda frente a los dolores del ciclo menstrual
El ejercicio físico no tiene por qué verse alterado por nuestro ciclo menstrual, siempre que estemos hablando de hacer deporte por salud y dentro de una intensidad moderada. Es más: está demostrado por diferentes estudios que los dolores de la regla son mucho menores en mujeres que practican ejercicio de forma habitual.
Dentro de los beneficios que podemos obtener a través del ejercicio físico se encuentra la producción de endorfinas, también conocidas como "hormonas de la felicidad" y que actúan como analgésicos naturales del organismo. Ante la situación de estrés que producimos en el cuerpo con un entrenamiento, éste genera endorfinas como respuesta, que tienen la propiedad de mejorar nuestro humor, disminuir la tensión, los dolores, la fatiga e incluso reducir los antojos que algunas sufrimos durante la menstruación.
Algunos consejos a tener en cuenta a la hora de hacer ejercicio durante los días de la menstruación y los previos son:
Escuchar siempre a nuestro organismo: si sentimos mareos o náuseas debemos detener la actividad o bien refucir el ritmo o la intensidad de la misma. Si en esos días nos sentimos más débiles pero no queremos dejar de hacer deporte, es el momento perfecto para incluir actividades de bajo impacto que nos sirvan como descanso activo, como por ejemplo caminar.
Mantenernos correctamente hidratas: básicamente a través de agua natura, aunque si nos cuesta podemos optar por las infusiones o el agua saborizada hecha en casa (probad a incluir unas hojas de menta en vuestra botella).
Estar atentas al consumo de sal: siempre, pero más durante estos días, en los que es más que probable que suframos de retención de líquidos e hinchazón.
Probar deportes diferentes: como la natación, que alivia la presión en nuestra espalda, el Pilates o Yoga para elongarnos y trabajar la flexibilidad, o clases de stretching para estirarnos de forma completa.
Posibles efectos adversos del ejercicio sobre el ciclo menstrual
Antes de nada debemos tener claro que estos efectos sólo se producen si el ejercicio físico es muy intenso y prolongado en el tiempo, aunque también pueden verse favorecidos por otros factores como una dieta extrema o las situaciones de estrés elevado.
En estos casos no es muy raro que aparezcan episodios de dismenorrea o disfunciones en el ciclo menstrual. Lo más habitual es la amenorrea o desaparición temporal de la menstruación. La amenorrea se debe a diferentes factores, y no hay una intensidad específica del ejercicio que lleve a ella: generalmente se suelen dar a la vez un ejercicio demasiado intenso, una dieta estricta, un bajo peso, episodios de estrés... Y todo junto da lugar a esta afección.
En el caso de que aparezcan episodios de amenorrea lo primero que debemos hacer es acudir a un especialista que seguramente nos recomendará cambiar nuestra dieta hasta llegar a un peso sano y reducir la intensidad y la frecuencia del ejercicio hasta que las menstruaciones vuelvan a ser normales.
El ejercicio físico moderado nos puede aportar numerosos beneficios de cara a llevar mejor los dolores del ciclo menstrual, pero debemos realizarlo de forma que favorezca a nuestro organismo y no lo perjudique.
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