El tamaño del plato no importa

El tamaño del plato no importa
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Hasta ahora ha sido un consejo de lo más extendido: Utilizar platos pequeños ayuda a reducir las cantidades al comer. Suena lógico, si el plato es grande y queremos verlo totalmente lleno acabaremos poniendo en él mucha más comida, pero ¿realmente actuamos así?

Hace unos años surgieron varios estudios que parecían corroborar esta hipótesis, como el publicado en 2005 en la prestigiosa revista médica JAMA Super Bowls: Serving Bowl Size and Food Consumption que relacionaba un mayor tamaño de las porciones consumidas con recipientes más grandes, aunque posteriormente hubo otros ensayos que no obtuvieron los mismos resultados.

Recientemente se han publicado dos revisiones completas sobre el tema:

La primera es ¿Platos más pequeños nos llevan a una cintura más pequeña? Una revisión sistemática y meta-análisis del efecto que la manipulación experimental del tamaño de la vajilla tiene en el consumo de energía (en inglés), para la que se han escogido nueve experimentos de ocho publicaciones en los que, tras analizar los datos, finalmente no han encontrado ninguna diferencia significativa en la ingesta de alimentos entre los participantes cuando comieron en platos grandes o pequeños.

En la segunda La influencia del tamaño del plato en la composición de la comida. Revisión de la literatura y el experimento (en inglés), los resultados del estudio indican que el tamaño de la vajilla no tuvo ningún efecto significativo sobre las calorías totales de la comida, sin embargo, los participantes que utilizaron un plato grande se sirvieron en general más verduras como acompañamiento.

En definitiva, en ambas han llegado a la conclusión de que la reducción del tamaño del plato no parece ser una medida adecuada para disminuir la ingesta total de calorías con el fin de promover la pérdida de peso.

Otro mito más sobre alimentación que de momento tendremos que aparcar. Personalmente a mí me gustan más los platos grandes y suelo medir las cantidades en el momento de cocinar más que en el de servir, pero reconozco que cuando me preparo spaguettis prefiero un plato hondo de menor tamaño rebosante y bien lleno a ver el grande medio vacío. Cuestión de gustos.

Al final lo más recomendable es escuchar nuestro cuerpo y levantarnos de la mesa con un poquito de sensación de hambre, la justa, esa que se pasa en seguida porque en realidad ya no es hambre de verdad. Y sobre todo también tener en cuenta la calidad de lo que comemos, no solo la cantidad.

¿Qué pensáis? ¿Soléis usar el truco del plato pequeño para comer menos?

Vía | Lo que dice la ciencia para adelgazar
Foto | Kayture
En Trendencias Belleza | Alimentos que parecen muy sanos pero no lo son y sus alternativas saludables

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