En Arrebatadora ya os hemos hablado de las propiedades del té blanco y también de las del té verde aplicadas en el mundo de la cosmética. Hoy os vamos a hablar de una variedad de té, que si bien no tiene muchas utilidades cosméticas, si que las tiene en el ámbito dietético y nutricional.
Nos referimos al té rojo, también llamado en algunos lugares Pu-erh. Originario de China, este té se denomina la bebida de los emperadores, ya que desde tiempos inmemoriables ha sido una de las bebidas medicinales usadas para la curación de los emperadores chinos.
Este tipo de té es semifermentado ya que se recolectan las hojas del arbol de té y se dejan secar en una habitación cerrada en barricas hasta que las hojas se deshidratan en un proceso que puede durar hasta 50 años en algunos casos. Como los mejores vinos.
De color rojizo, su sabor es suave, un tanto amargo, incluso si se toma muy cargado puede llegar a ser un sustitutivo del café. Para endulzarlo se recomienda utilizar siempre azúcar integral o miel ya que se ha demostrado que se consigue rebajar el nivel de colesterol.
Entre las propiedades del té rojo destacan las siguientes:
- Desintoxicante y depurador
- Propiedades antioxidantes
- Eliminador de grasas
- Disminuye el colesterol
- Protector del hígado y el bazo
- Refuerza sistema inmunitario
Como véis una bebida de lo más completa. Debido a su propiedad de eliminar grasas, es utilizado en diversas dietas. La dieta del té rojo es de las más conocidas, consiste en tomar cuatro tazas de té rojo al día (desayuno, comida, merienda y cena), y eliminar de nuestra dieta el azúcar blanco, carnes, plátanos y grasas en general y alimentarse de verduras, frutas, pescado, huevos, pasta, arroz y pan integral durante no más de 5 días. Es obvio recordar que este tipo de dietas debe de ser supervisada por un especialista nutricional, ya que no es válida ni para niños, embarazadas ni para gente con problemas de anemia.
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