Muchas son las personas que padecen de ojeras muy oscuras y a pesar de que cada dos por tres salen cremas o tratamientos novedosos no consiguen los resultados que se esperan.
Y qué decir del maquillaje, cuesta encontrar el antiojeras ideal que mejor camufle el color de nuestras ojeras (marrones, violáceas…) y por otro lado que aguante inamovible durante horas. Con la técnica de la micropigmentación algunas personas podrán encontrar solución a este problema estético tan común.
Hay rostros bonitos que por culpa de las ojeras se ven constantemente cansados y no pueden verse bellos en todo su esplendor. Las ojeras en la mayoría de los casos son hereditarias.
Pueden deberse por un exceso de melanina en la zona lo que provoca una mayor pigmentación bajo los ojos o también pueden venir por un problema vascular en el área, es decir, los vasos sanguíneos están frágiles lo que producen una congestión y tras la piel se observa un color oscuro.
Con la micropigmentación se pueden conseguir muy buenos resultados de manera semipermanente unos dos años. Esta técnica consiste en implantar pigmentos bajo la epidermis camuflando así las ojeras como lograríamos con un corrector pero mucho más uniforme, natural y por supuesto, con mejores resultados tanto en durabilidad como en comodidad.
Se realiza con un aparato llamado dermógrafo, es parecido a la máquina que se utiliza para realizar los tatuajes solo que la penetración de sus agujas no llega hasta la dermis como sucede con los tatuajes sino que se queda a nivel de la epidermis, mucho menos profunda.
Su precio puede variar según el centro pero para que os hagáis una idea suele andar entre los 180 y los 300 euros. De esta manera, con la micropigmentación no sólo conseguiremos que las ojeras apenas se noten sino que también lograremos mayor luz en el rostro y por supuesto en la mirada.
Imágenes | LunaDiRimmel, Riru
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