En muchas ocasiones nos es imposible acudir a entrenar a un gimnasio, bien por tema de tiempo, de ahorro (que ahora tampoco viene mal) o porque no tenemos ninguno cerca o ninguno que nos convenza a mano. Pero esto no es excusa para descuidar nuestro cuerpo y nuestra salud: entrenar en casa es posible con muy poco material.
Hubo una época en la que me harté de los gimnasio y decidí entrenar en mi casa, aún teniendo uno bien cerca, porque me agobié. De primeras lo que vais a necesitar es una buena dosis de motivación y un alto grado de compromiso: no os lo toméis como algo para hacer un mes y ya está, sino como algo que incorporar a vuestra rutina diaria. Del material me encargo yo: esto es lo que necesitáis.
Lo único imprescindible (y no del todo): una colchoneta
Diría que lo único de lo que yo no puedo prescindir es de la colchoneta para hacer ciertos ejercicios que impliquen estar tumbada en el suelo y para los estiramientos finales. Si sois de las afortunadas que tenéis un bonito jardín con césped donde entrenar, os lo podéis ahorrar.
Por tema de comodidad e higiene, una colchoneta nos puede venir muy bien para entrenar. No ocupan mucho espacio: enrolladas se pueden guardar dentro de un armario, detrás de una puerta o debajo de la cama. Una simple colchoneta de yoga como esta de Domyos nos puede servir (19,95 euros).
Lo más versátil para trabajar la fuerza: una banda elástica
Uno de los materiales más versátiles a nuestro alcance es sin duda la banda elástica, que nos permitirá trabajar la fuerza de todos nuestros grandes grupos musculares. Si sabemos utilizarla de forma correcta (lo veremos en otros posts más adelante) una banda elástica nos bastará para realizar un entrenamiento completo.
En casa yo tengo esta de Domyos (11,95 euros), que es ajustable para que podamos jugar con diferentes resistencias. Está hecha de tela elástica y se puede meter en la lavadora sin problemas. Tiene costuras a lo largo de la banda que nos indican el nivel de resistencia con el que estamos trabajando. Una buena compra que, además, os podréis llevar de viaje para seguir entrenando en vacaciones.
Una cuerda de saltar para entrenar el cardio
¿Hace un día de perros y no te apetece salir a correr a la calle? Sin excusas, puedes realizar el entrenamiento de cardio en tu propia casa con una cuerda de saltar. Saltar a la cuerda es uno de los ejercicios más efectivos y duros que hay: podéis probar comenzando con 40 segundos de saltos y 20 segundos de descanso, y repetir todas las veces que podáis: ¡es agotador!.
Personalmente la cuerda que uso es la que utilizaba en rítmica hace tiempo: es de nylon y pesa bastante, por lo que es fácil saltar aunque los brazos se cansan más. Esta de Domyos es de PVC, más ligera y por lo tanto más rápida: está fenomenal para principiantes (4,99 euros)
Y con esto ya tenéis material para trabajar la fuerza, para el trabajo cardiovascular y para realizar los estiramientos: los tres básicos del entrenamiento. Sin materiales caros ni florituras, no necesitáis nada más.
Ahora sólo necesitáis vuestra fuerza de voluntad para ceñiros a un plan de entrenamiento: ¡fuerza y a por ello!
Imágenes | Thinkstock y Decathlon
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