He estado pensando mucho acerca de los esfuerzos que hacemos para vernos jóvenes y me gustaría pediros vuestra opinión. ¿Creéis que la piel lisa es sinónimo de juventud y belleza?
Me explico: creo que si hiciera una encuesta entre la gente que conozco, resultaría que las arrugas vencerían como las enemigas número uno de las mujeres, seguidas muy de cerca por las manchas, pero a bastante distancia de los otros signos del envejecimiento, como la flacidez, los poros dilatados y la textura no uniforme de la piel.
Sin embargo, tengo la impresión que nos envejecen más otros factores, como la flacidez del rostro, por ejemplo, quizás porque en mujeres jóvenes se pueden ver arrugas marcadas como la de la frente, aunque jamás las veremos con la piel suelta de la mandíbula. Así, no relacionamos automáticamente arrugas con vejez. Entonces me pregunto por qué se dedica tanto tiempo y esfuerzo a alisar el rostro, cuando al final nos delatarán las manos venosas, los labios finos, las arrugas de cuello y escote, entre otras cosas.
No es necesario buscar mucho para encontrar en internet galerías de celebridades que han perdido el norte. Hablamos de gente con una cara deforme y una piel estropeada, pero que está lisa, de modo que la ‘víctima’ parece satisfecha, incluso cuando su rostro es completamente inexpresivo. Quizás no es posible arrepentirse llegados a ese punto, pero ¿realmente ese era el rostro al que aspiraban?
Dicho todo esto, os diré que mi deseo es llegar a los 60 años tan guapa y arrebatadora como Helen Mirren o Diane Keaton, no parecerme a Nicole Kidman, Kylie Minogue o a Carla Bruni (aunque en este caso, creo que hay algo de mala fe en la foto). Y os lo digo cuando ya veo que mi piel va cambiando, me han salido manchas y empiezo a tener marcado el entrecejo. Pero no quiero volverme una obsesiva de la piel lisa, cuando ni siquiera es necesaria para verse arrebatadora.
La palabra es toda vuestra, queridas lectoras. ¿Qué decís?
Foto | Paulo Henrique
En Arrebatadora | Mujeres arrebatadoras a los 50 y 60 años
