Ultimamente la veo por todas partes, aunque mi experiencia particular no fue en su día demasiado satisfactoria. El esmalte de uñas permanente en verano, en forma de manicura francesa en los pies, permite no tener que arreglarte las uñas demasiado a menudo durante esta época y olvidarte un poco de la tiranía de los pies estivales.
Se trata de una forma de pintar las uñas que lleva una especie de esmalte transparente en forma de gel, rematando la parte superior con el consabido esmalte blanco mate, típico de la famosa manicura francesa. Dicho gel, supuestamente, tiene una gran flexibilidad que le permite “extenderse” cuando la uña va creciendo y la va cubriendo en mayor medida que con un esmalte normal.
Cuando las uñas van creciendo, su extremo siempre queda igual (pintado de blanco mate) y la base de la uña queda más cubierta, como hemos dicho, y sin que se note “demasiado” la parte que queda sin pintar (recién crecida, por decirlo de alguna manera). Si no se mira demasiado atentamente nadie advierte que la uña no está recién pintada, como parece.
En mi caso la experiencia no fue demasiado satisfactoria porque soy una perfeccionista de las uñas, y aunque los demás no lo vieran yo sí veía la uña no demasiado arreglada. Además me gusta cambiar de esmalte continuamente en verano y este esmalte permanente te obliga a tener el mismo durante casi todo el verano. Y aún hay más: cuesta muchísimo retirarlo, y tienen que hacerlo en el centro de belleza. Aún así quizá algunas de vosotras estéis interesadas en probarlo.
Imagen | Nutmeg en Flickr
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