Iluminan el pelo, suavizan las facciones duras, rejuvenecen... ¿Qué más quieres?. Si todavía nunca te la has hecho vamos a contarte todos sus secretos, las que mejor quedan y cómo cuidar el pelo después de aplicártelas.
Su técnica. Antes se hacían con gorro similar a los de piscina, pero están completamente en desuso. Si acudes a algún sitio a hacértelas y te dan esa opción, créeme ya no se llevan hacerlas así, quedan con mucho efecto raíz. La mejor manera es con el método de los papeles de plata y la más moderna, hacerlo con un peine.
Cabello. Se realizan directamente en un pelo natural, teñido o con canas, pero con en las dos últimas opciones quizás sea necesario hacerte una decoloración si tienes muchas canas o por el contrario tu pelo es muy oscuro. Si no las quieres excesivamente claras no te lo hagas, reseca muchísimo el pelo, se estropean antes y pierden el tono de las primeras semanas.
En casa. Solo para manos expertas, aunque en el mercado te lo venden todo como muy fácil, es mejor que te ayude alguien a hacértelas para evitar disgustos.
Color. A no ser que seas muy moderna, no te las hagas con un fuerte contraste, quedan muy poco naturales y artificiales. Sin embargo cuando veo a las modelos con negro/azul, negro/rojo u otros colores y se las ve tan maquilladas y tan guapas, dan ganas de hacérselas.
Dónde. Pues depende mucho de lo que quieras conseguir. Para rejuvenecer háztelas en el flequillo y en los laterales. Para que parezcan lo más natural posible solo hazte las capas superiores, aquellas que si dejaras el pelo al sol se aclararían solas.
Tamaño. Cuanto más finas mejor quedan, pero las oscuras en pelos rubios y de tamaño medio quedan geniales con el pelo recogido.
Cuídatelas. Hay que tratar el pelo como si estuviera teñido por completo, usando productos específicos para tratarlas. No te las hagas muy seguidas, es mejor esperar al menos tres meses, si tienes mucha raíz que te las retoquen solo en esas zonas.
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