Desde que era una adolescente, hace ya algunos añitos, siempre he utilizado base de maquillaje a diario. Siempre, para todo. Eso incluye por supuesto salir de marcha, ir a la compra, ir a clase e incluso, sí, salir a entrenar. Porque los complejos son muy malos, y cuando has tenido mucho acné en la adolescencia y ahora, más cerca de los 40 que de los 30, te han quedado marcas y alguna mancha del sol, no eres capaz de salir de casa sin maquillaje ni a bajar a la perrita al parque.
Hace cosa de dos años comencé a cuidar mucho más mi piel, lo primero, armando una rutina facial de skincare de noche y otra de mañana que cumplo religiosamente: llueva o nieve, haya salido o no, no es algo negociable para mí. Es una rutina sencilla con productos básicos, haciendo énfasis en la hidratación, y a la que he ido sumando pequeños gestos que me han reportado con el paso del tiempo muchos beneficios, como por ejemplo el uso de microcorrientes para el rostro.
Yo estoy a topísimo con todo lo que sea tecnología e innovación para cuidar el rostro, siempre, eso sí, que se trate de tratamientos no invasivos ya que de momento prefiero mantenerme al margen de opciones como botox, infiltraciones y demás. Por eso, cuando se me planteó la oportunidad de poder probar la famosa máscara de luces LED de cuidado facial que tanto he visto en redes solo pude decir: I’M IN! Después de casi dos meses de uso, esta es mi experiencia.
Máscara LED Facial Current Body
Luces rojas e infrarrojas para cuidar tu rostro
Antes de nada, veamos cómo es el dispositivo, cómo funciona y qué promete. La máscara de luz LED de cuidado facial de Current Body, que es la que yo he probado, es una máscara fabricada en silicona y, por ello, maleable (no rígida, como otras que he podido ver en redes) que contiene alrededor de 60 luces LED en toda su superficie.
Estas luces LED tienen dos longitudes de onda (el rojo y el infrarrojo) que son los que, según la marca, están probados tanto para suavizar las arrugas como para mejorar y unificar el tono de la piel, su textura y su firmeza. La luz roja emitida por los LEDs penetra en las capas más superficiales de la piel y estimula la producción de colágeno y elastina por parte de nuestra propia piel, lo que debería encaminar a los beneficios nombrados anteriormente.
El funcionamiento de la máscara no puede ser más sencillo: primero siempre tenemos que limpiar y, en caso necesario, exfoliar el rostro. Personalmente, yo limpio con un jabón suave y un dispositivo Foreo Luna Mini, que lleva conmigo muchos años ya. Una vez la piel esté limpia, nos disponemos a relajarnos durante 10 minutos, que es lo que tarda en actuar la máscara, y la colocamos sobre nuestro rostro, ajustándola con la correa elástica y de velcro en la parte trasera.
Al tratarse de una máscara suave y maleable, nos aseguramos de que la luz llega a todos los rincones de nuestro rostro. Una vez terminado el tratamiento (la máscara se apaga de forma automática pasados los 10 minutos), procedemos a hidratar o a continuar con los siguientes pasos de nuestra rutina de skincare.
Mi experiencia con la máscara LED de cuidado facial de Current Body
Como he dicho en anteriores ocasiones, yo soy bastante escéptica, y más “mujer de ciencia” que “mujer de fe”, así que una vez recibida la máscara me dispuse a hacer mi propio “¿funcionan estos trastos?” estilo Ratolina y a probarla en mis propias carnes.
Antes de usar la máscara por primera vez tendremos que dejar cargando la batería (es como una batería portátil para el móvil) durante unas horas. Una vez cargada (cada carga nos proporciona aproximadamente unos 15 días de tratamiento), solo tendremos que colocarla sobre el rostro y esperar. También podemos usarla colocándola junto con la mascarilla de hidrogel de la misma marca, para potenciar su efecto e hidratar a la vez, si lo que buscamos es un verdadero efecto spa.
Personalmente, la uso por las noches: me reservo mis 10 minutitos antes de meterme en la cama para limpiar el rostro, tirarme en el sofá, colocarme la máscara y cerrar los ojos para relajarme mientras funciona. He de decir que la luz roja puede ser molesta para algunas personas, pero junto con la máscara también se provee de un par de gafas protectoras muy similares a las que se usaban antes en los tratamientos de rayos en cabina.
La máscara no es incómoda: la silicona en la que está fabricada es muy suave al taco y el contacto con la piel no es desagradable. Se ajusta bien a la cabeza, de modo que en el caso de que queramos seguir haciendo cosas (cosas sencillas, tampoco venirse arriba) podemos seguir leyendo o viendo la tele de forma más o menos cómoda. Tampoco emite calor, que era una de las dudas que me surgieron nada más verla on-line.
¿Merece la pena el desembolso?
Ahora bien, ¿funciona o no funciona? Personalmente sí que he notado diferencia desde que he comenzado a utilizarla. El hecho de que las líneas de expresión se hayan suavizado bastante no puedo achacarlo únicamente a la máscara, puesto que también he estado utilizando el dispositivo de microcorrientes.
Pero donde he notado más diferencia ha sido sin duda en la unificación del tono de la piel. Tanto que hace semanas que me he animado a salir de casa sin base de maquillaje, y creedme si os digo que ni yo misma me veía capaz de eso. Las marcas de la cara no han desaparecido por completo, pero sí noto un tono más unificado y quizás hasta los poros algo más reducidos. También la textura de la piel es algo diferente, diría que más fina de alguna manera y menos “tosca” que antes.
Ahora bien, ocurre lo mismo que con el dispositivo de microcorrientes: tienes que estar dispuesta a dedicar 10 minutos de tu día a ponerte la máscara, unos 5 días por semana. La verdad es que hay días que me da pereza, que estoy tumbada en el sofá y no me apetece ir hasta el baño a coger la máscara y ponérmela, eso es cierto.
Pero también es verdad que he enganchado a mi chico a usar la máscara cada noche, y así cuando a uno no le apetece, el otro tira de él. En su piel he notado también un efecto similar (aun no he conseguido que sienta curiosidad por las microcorrientes, y su rutina de skincare es más sencilla que la mía): poros menos marcados, manchas más difuminadas y un tono de la piel bastante más uniforme.
Si os animáis a probar con la máscara LED de cuidado facial de Current Body, podéis conseguirla ahora por 349 euros.
Máscara LED Facial Current Body
Imágenes | @ladyfitnessmad en Instagram
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