Este es el protector solar que ha cambiado la forma en la que hago mi rutina de maquillaje

Hace años que comprendí que el mejor cosmético antiedad que hay es un buen protector solar. Haya sol o esté lloviendo, esté nublado o haya niebla, no hay día que no use un protector solar y, os puedo asegurar, que mi piel lo nota y lo agradece, tanto que a mis 41 años apenas tengo arrugas, manchas u otras marcas de la edad.

Por ello, como os podéis imaginar, gasto una cantidad ingente de cremas de este tipo y son muchos los formatos que he usado a lo largo de los años. Así, los hay que me han encantado, otros no tanto y he tenido que dejar de usarlos, otros que van genial con el maquillaje y otros que son totalmente incompatibles.

Así, hoy os quiero hablar de uno en concreto que, sin ser de mis favoritísimos, sí que tuvo la capacidad de cambiar mi rutina de maquillaje por las peculiaridades que tiene. Y es que además de la protección solar y tratamiento, es también un producto iluminador.

Si os tengo que contar algo sobre mí, os diré que me levanto muy muy pronto, antes de las 6 de la mañana pero no hay día que no me maquille. Me gusta verme con buena cara (mi trabajo también me lo requiere) y, por tanto, en mi rutina no falta una buena sesión de makeup.

Por lo general, me aplico un primer iluminador para dar vidilla al rostro (ahora mismo estoy muy a tope con la Soft Glam de Catrice), base de maquillaje o BB Cream, polvos bronceadores, colorete, lápiz de cejas, máscara de pestañas, un toque de delineador y un toque de gloss... pues eso, lo básico (sombras no me aplico prácticamente nunca, a lo sumo un poco de bronceador).

Pues bien, desde que probé la Glow Screen de Supergoop! he de reconocer que mi rutina de maquillaje (en la que nunca uso los mismos productos, lo reconozco, me gusta sorprenderme cada día..., soy así) ha dado un vuelco.

Y es que este protector solar además de tener protección SPF 30 (vale, sí, me gustaría que fuese de 50, pero bueno) y ser muy hidratante, contener niacinamida, sustituye a mi primer iluminador porque tiene un acabado satinado, ligeramente perlado sin shimmer ni nada, que consigue que la piel quede súper bonita, con un brillo de esos que nos encanta y que, además, funciona genial con el resto de cosméticos de maquillaje.

Ya os he contado en varias ocasiones que mi piel tiende a ser opaca, por lo que siempre uso productos iluminadores y cualquiera que sea su formato me gustan, por lo que este producto, sabía que me iba a gustar.

Por lo tanto, gracias a él me salto el paso del primer y ya consigo dar luz a mi rostro antes de aplicarme la base o lo que sea, por lo que sí, ha conseguido alterar mi rutina consiguiendo el ansiado efecto buena cara al instante que a esas horas de la madrugada parece difícil de conseguir.

Su precio es de 38,99 euros y lo conseguimos en Sephora, así como el resto de productos de la marca que también merecen mucho la pena.

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Fotos | A. L. en Unsplash,Element5 Digital en Unsplash y Sephora

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