Así es como deberías usar el rizador de pestañas según una maquilladora profesional

Estoy segura que muchas de vosotras seguís considerando el rizador de pestañas como un instrumento de tortura y no sois capaces de sacarle todo el partido. Bien es cierto que es un aparato del que tampoco deberíamos de abusar, pero si lo usamos, tenemos que hacerlo bien para evitar que nuestras pestañas se partan o sufran.

Por ello, nada mejor que acudir a los consejos de los expertos que más saben, en este caso hemos vuelto a confiar en la maquilladora profesional Cristina Lobato que lo primero que nos comenta es que tenemos que elegir el que mejor se adapte a la forma de nuestros ojos porque, a pesar de que puedan parecen todos iguales no lo son.

Y es que, según nos dice si nuestros ojos tienen forma almendrada o están ligeramente hundidos habrá que escoger un rizador de curvatura plana; mientras que si nuestros ojos son grandes o prominentes es mejor elegir uno con mayor curvatura. De esta manera, escogiendo el que mejor se adapta, garantizaremos una mejor curvatura y, por tanto, un mejor resultado.

Cristina continúa comentando que, ante todo, tenemos utilizarlo sin miedo pero teniendo precaución. ¿A qué se refiere? Pues un poco a lo que comentábamos antes. Así en primer lugar dice que es importante mantener la herramienta muy limpia y sustituir la goma cada poco tiempo, pero es que además nos dice que no lo usemos nunca después de haber aplicado la máscara de pestañas, siempre antes porque sino corremos ese riesgo de romper la pestaña.

Eso sí, si usásemos un rizador térmico, Cristina nos comenta que podríamos usarlo tras la aplicación de la máscara y, además, tienen la ventaja de que evita la fricción sobre el pelito y su posterior caída, así que igual son la mejor opción, visto así.

De todas formas, si tenemos uno de los de toda la vida, en cuando a la forma de usarlo, Cristina Lobato nos da una sencilla guía en cinco pasos que no puede ser más sencilla:

• Nos tenemos que asegurar que las pestañas están limpias y no tienen ningún residuo cosmético.
• A continuación lo abrimos y lo posicionamos en la base de las pestañas sobre la almohadilla, mientras lo cerramos con precaución y sin presionar hasta no estar segura de que no pellizcamos piel del párpado (cosa que seguro muchas hemos sufrido en alguna ocasión y de ahí que lo hayamos desechado).
• Luego ya podemos apretar durante unos 10 segundos más o menos y sin hacer movimientos que puedan generar tensión.
• Una vez pasado el tiempo, lo abrimos con suavidad y repetimos la acción, si la longitud de nuestras pestañas lo permite, en la parte media más próxima a las puntas (esto por lo general no suele ser necesario).
• Como último paso, solo nos queda aplicar nuestra máscara de pestañas favorita.

Con estos sencillos pasos conseguiremos abrir nuestra mirada significativamente y, por tanto, rejuvenecerla muchísimo, por lo que ya sabéis, manos a la obra y siempre con mucho cuidado.

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Fotos | @dulceida, @tweezerman

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