En una década en que la aparatología gana terreno a las manos expertas de las esteticistas, yo apuesto por ellas. Los tratamientos corporales en cabina nos parecen caros pero encontramos la motivación necesaria para darnos el capricho de pagar un bono (carísimo) si las sesiones incluyen aparato estético. Las manos, si son expertas, funcionan y dan resultados espectaculares.
No estoy en contra de la aparatología, ni mucho menos. Yo misma probé hace unos años el LPG y me encantaron sus resultados. Estos últimos meses he podido comprobarlos con masajes manuales y os los recomiendo sin dudarlo.
Lo que ocurre es que, además de encontrar una esteticista experta de confianza, no nos informamos demasiado sobre los tipos de tratamientos corporales que incluyen masaje, es decir, cuyo objetivo es remodelar el cuerpo. Por supuesto, pensamos inmediatamente en los anti-celulíticos, los más demandados. La piel de naranja es nuestro enemigo estético y podemos combatirla con distintos tipos de tratamientos anticelulíticos.
Os voy a explicar los dos masajes más habituales. Las sesiones tienen la misma duración (aproximadamente una hora) y cada tipo de masaje debe ir acompañado de exfoliación corporal previa y aplicación de producto específico.
- Masaje anti-celulítico drenante: tras dejar absorber correctamente el producto aplicado, la esteticista realiza movimientos de renovación venosa (ojo, que no es drenaje linfático). El objetivo es reconducir (eliminar) líquidos estancados entre la celulitis hacia los ganglios, la piel se alisa y gana firmeza. Se suele reducir volumen, el típico tratamiento en el que te miden antes y después de la sesión y comprobar que has reducido de 2 a 4 centímetros (según la zona y el cuerpo de cada una). Sí, en la primera sesión.
También realiza movimientos de amasamiento palmar, con las palmas de las manos. Muy aconsejable empezar con varias sesiones de este anti-celulítico para que las zonas a tratar no duelan. Las mujeres con celulitis dolorosa deben pasar por este primer tipo de masaje. Ahora lo entenderéis.
- Masaje anti-celulítico contra la piel de naranja: os hablé en este post sobre el masaje anti-celulítico que dejó la piel de mis muslos muy lisa pero que me había dolido mucho. Este es, un masaje con movimientos de amasamiento palmar, palmo-digital y nudillar. El objetivo es otro, alisar la piel de naranja necesita de movimientos que descompacten los cúmulos de grasa. ¡Auch! Sí, se nota mucho más aunque no tiene que doler como me pasó a mí, sólo incomodar. Fue una mala experiencia, me salieron incluso morados de los capilares rotos que se rompieron junto a la grasa. Aunque el resultado fue espectacular, no se debe llegar a estos extremos.
Es el tipo de masaje que soportan mal las pieles con celulitis dolorosa. Para las demás, vale la pena si queréis ver cómo se alisa la piel, cómo van desapareciendo los bultos y se redefine la silueta. El último pase suele ser un drenaje linfático en la zona tratada para reconducir asimismo los líquidos, movimientos que reorganizan tras la tormenta.
En cuanto al número de sesiones, siempre depende de cada persona. Unas 5-6 sesiones como mínimo repartidas de la siguiente forma: dos sesiones a la semana las primeras dos semanas, las siguientes sesiones una vez a la semana. Orientaros en el precio es misión difícil: entre 50-70 €/sesión estaría el precio standar.
Si os gustan los masajes vigorosos como a mí, podéis salir incluso dejando todas las tensiones del día en la camilla. No penséis solamente en las piernas, se trabaja también la cintura, los brazos, el abdómen, las rodillas. Un ejemplo de los resultados: una persona muy cercana a mí no ha perdido ni un gramo pero con 4 sesiones del anti-celulítico drenante ha perdido en volumen 6 centímetros por muslo.
Foto | Gtres
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