Tener un pelo poco agradecido y dos manos izquierdas para el arte del peinado hacen que siempre esté buscando herramientas que me hagan la vida más fácil (como todos) y que, además, me ayuden a estar más cerca de ese ideal de pelazo que tengo en la mente.
Así, ser periodista de belleza te da la posibilidad de probar un montón de productos, unos te convencen y otros no tanto, las cosas como son. Sin embargo, cuando llegan a tus manos productos tan virales como los de Dyson pues reconozcámoslo, la emoción y la expectativa es mucho mayor.
Así, como os comentamos hace unas semanas, la firma alemana lanzó de cara a Navidad dos cofres ideales con sus archiconocidas herramientas de peinado: el del secador Dyson Supersonic y otro del moldeador Dyson Airwrap.
Pues bien, tras hablaros de mi experiencia con las planchas inalámbricas Dyson Corrale que, sin duda, son un lujazo (a pesar de algunos puntos negativos que también le sacamos), ahora he podido probar el moldeador Dyson Aiwrap que, en realidad, es un todo en uno que incluye también rizador de pelo.
En primer lugar, en cuando a packaging se refiere, no puede ser más bonito. Abrir una caja enorme y encontrarte un cofre color cobre, donde están perfectamente ordenadas cada una de las boquillas, con un neceser a parte de terciopelo maravilloso, ya te da pistas de que estamos ante un producto de máximo lujo. Y así es.
En cuando a las boquillas tenemos de todo. En primer lugar tenemos una boquilla hueca, que sirve para secar el pelo, sí como un secador al uso (punto a su favor porque sí, con esta herramienta podemos prescindir de secador perfectamente, de hecho desde que tengo he desterrado un poco el mío), dos cepillos planos que alisan pero dando cuerpo, cuatro cabezales cilíndricos que son los que hacen el rizo propiamente dicho con diferentes diámetros y un cabezal de cepillo redondo al uso.
Ante todo, tenemos que tener claro que se trata de una herramienta de aire. Es decir, por cada una de las boquillas sale aire, pero una temperatura bastante baja si la comparamos con la de un secador al máximo. De hecho, dispone de un control inteligente del calor (con cuatro ajustes precisos de temperatura, incluido un chorro constante de aire frío) que mide la temperatura del flujo de aire más de 40 veces por segundo y regula el calor para asegurarse de que no supere los 150 °C.
Además, el flujo de aire es muy controlado, constante, igualmente con la potencia justa. De forma técnica, tiene un propulsor de 13 aspas que gira a hasta 110.000 revoluciones por minuto generando 3,2 kPA, potencia suficiente para generar la presión necesaria para crear el efecto Coanda.
En esta ocasión, os tengo que decir que, al igual que dije que la plancha pesa bastante, este es un gadget muy ligero y muy muy manejable, incluso para las que no somos mañosas.
Como os comentaba, la opción secador es la que estoy usando últimamente, porque noto como, no solo que mi pelo brilla bastante más, sino que el encrespamientos es muchísmo menor, casi controlado (dentro de las posibilidades), y a pesar de que se tarda un poco más por eso de que el flujo de calor es menor, merece la pena invertir esos minutos de más.
En cuando a la opción de los cabezales rizadores, los automáticos, nunca pensé que podría ser fácil hacerse rizos, de verdad. Es hasta hipnótico (por no decir cuasi-mágico) ver cómo los mechones de pelo se enroscan solos, sin tener que pensar para qué lado tienes que girar la muñeca (siempre contrario de cómo habría que hacerlo...), si tienes que inclinar más o menos la styler, pensar cómo colocarla en el otro lado del cabello...
En serio, llevo años intentándolo con plancha y no soy capaz. Sé que no tiene ciencia, pero no me sale. Por ello, tener un aparato que te lo hace solo, con el que no me quemo (las que usáis tenacillas sabéis de lo que hablo y de las marcas en la frente y orejas), que deja unos rizos más o menos marcados según el grosor del cabeza, preciosos,... y todo ¡sin esfuerzo! En serio, es una maravilla.
Nunca pensé que podría presumir de rizos fáciles, ¡yo! Pues sí, el día ha llegado y me lo ha dado el Airwrap de Dyson y sin esfuerzo, sin tirarme una hora peleándome con el pelo, pasando tropecientas veces la plancha o la tenacilla (con el correspondiente daño al pelo) y enfadándome en la mayor parte de los casos por el resultado. Ahora, estoy muy contenta.
Pero es que luego, con los otros cabezales estoy también encantada. Los cepillos planos son de dos clases, uno más rígido y otro más suave, siendo este segundo mi preferido. Consigues un efecto de brushing en el pelo precioso, te queda liso (si es lo que buscas porque le puedes dar todas las vueltas que quieras), pero con cuerpo, sin encrespamiento y presumiendo de melena. En realidad, es el cabezal que más uso, más de día a día.
Y, por último, tenemos el cabezal del cepillo redondo con el que es muy fácil conseguir muchísimo volumen en las raíces, además de moldear más el cabello sin un gran esfuerzo tampoco. Estoy segura que las que seáis más apañadas que yo conseguiríais también rizar las puntas y tal, pero yo no, soy realista, pero me encanta darles ese toque como hacia dentro, muy años 90, que ahora tanto se lleva, y me queda precioso.
Dyson Airwrap
En resumen, es un cofre espectacular. Personalmente, lo considero mi regalo de Navidad que ha llegado anticipado. Lo tiene todo, todo lo que una beauty lover querría tener. Bien es cierto que, como producto de lujo que es, así lo cuesta. Sí, es muy caro, las cosas como son, pero vale cada euro.
Lo bueno es que, ahora, que todavía están activas las ofertas de Black Friday, lo encontramos con un descuento de 50 euros, por lo que se queda en 498,99 euros 449,09 euros. Es una inversión, no lo dudo, pero es un regalo espectacular.
El producto fue facilitado para la prueba por Dyson. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas para más información.
Fotos | Trendencias
Ver todos los comentarios en https://www.trendencias.com
VER 0 Comentario