Las temperaturas han comenzado a bajar de verdad. Llegó el "frente a frente" con el frío y nuestra piel lo nota. Rostro, cuello y manos son los más perjudicados, así que en la mayoría de los casos, deberíamos replantear los cuidados para las nuevas condiciones. Menos luz y factores adversos como cambios bruscos de temperatura y cansancio hacen que aparezcan signos de fatiga y daños que si no prevenimos y cuidamos habrán dejado alguna secuela en primavera.
Sí, ya sabéis a lo que me refiero: esa "nueva marquita", una finas arrugas de expresión o simplemente un estado muy diferente en la calidad de la piel que, si queremos revertir, nos hará recurrir a cuidados más drásticos. Sequedad, descamación, tirantez, rojeces, perdida de flexibilidad y tono son algunos de los signos más visibles y comunes durante estos meses que ahora comienzan. La buena noticia es que, estando atentas, los podemos evitar.
"Me falta vitalidad..."
No dejo de escucharlo, quejas sobre la falta de fuerza, tono y vitalidad, tanto externa como interna. La atmósfera invernal puede invitar a la apatía porque luchar contra los elementos climatológicos en el día a día afecta cuando la luz baja y el frío acecha… ¿Creéis que esto no afecta a la piel? Llevar una vida activa, saludable y mantener una actitud positiva se refleja en el aspecto y en la piel. Creo que todos sufrimos los efectos del estrés en un momento dado, pero reconocerlo e intentar mantener un equilibrio es fundamental para lograr buen estado general.
Siempre lo escribo: la risa es la mejor gimnasia facial que existe. Tonifica los músculos, activa la microcirculación y oxigena la piel. Además libera las endorfinas y aumenta las defensas. Por otro lado, un buen estado de ánimo es fundamental para mantener una rutina correcta de cuidado e higiene facial y unas pautas, porque cuando se mantiene una energía baja, las cosas no se hacen de la misma manera ni se invierte el tiempo debido.
Realizar una actividad física adecuada a nuestras circunstancias y características mejora el sistema óseo, tejido muscular, nos ayuda a mantener una mejor forma, oxigenar la piel, hace crecer la energía y el buen humor... ¡Volvemos a las endorfinas!
Reajustar la rutina facial
Por norma general, es hora de llevar a cabo la rutina con productos más hidratantes y texturas más densas o nutritivas. La clave para cuidar la piel en esta estación es hidratar y nutrir en profundidad, tanto en el protocolo diario como en esos momento en que sentimos la demanda. Un ejemplo: suelo llevar a cabo una aplicación más de contorno de ojos hacia la tarde o mediodía, simplemente cuando siento que el frío o el excesivo calor de los interiores ha agredido mi rostro. Ahora también me permito algún baño de aceite en el rostro mediante un masaje suave. Me parece que en mi caso, calma, restaura, repone, repara y retiene la humedad de la piel.
Durante el invierno además utilizo mascarillas reparadoras, nutritivas o hidratantes y no dejo pasar la crema de noche. Algo que me permite el hecho de cambiar a texturas más untuosas. Una que me gusta y estoy utilizando ahora es Resveratrol Lift, Crema Tisana de Noche de Caudalíe, aromática relajante, de textura rica muy reconfortante es una antiedad dirigida a mantener la firmeza, prevenir las arrugas y regenerar. Desde luego aquí se ha que tener en cuenta cada tipo de piel; si es grasa y no os conviene, podéis llevar a cabo solo una rutina de hidratación, basada en un aporte extra de agua y evitar los aceites.
Los tratamientos de cabina son, en su gran mayoría, los mejores aliados del invierno, así que no dudéis a la hora de recurrir a las manos de un profesional para que os dedique un cuidado en profundidad, un rato de relax y desconexión y una valoración o consejo dado por manos expertas. Recordad que es muy importante valorar y diagnosticar con profesionalidad para prescribir el tratamiento más adecuado a cada momento y tipo de piel. Es importante también elegir un centro que os otorgue confianza y seriedad; entre mis últimas y estupendas elecciones, Beldon Beauty , en el que además podéis encontrar la firma Dr. Barbara Sturm.
Este es uno de los exclusivos centros donde se puede encontrar el extraordinario producto de la firma, Sun Drops SPF 50, algo que cito al recordar que una premisa fundamental para mantener una piel sin daños es no exponerse al sol sin protección aun en invierno, aplicando siempre la protección solar adecuada a cada piel durante todo el año.
Vigilar la alimentación e hidratación
Por último, alimentarse de manera equilibrada, aportando los nutrientes necesarios siempre se refleja en la piel. Sé que es difícil, al menos en mi caso, no abusar de los dulces, pero hay que intentarlo. ¿Lo ideal? Evitar el tabaco y el alcohol..., y recordar beber líquidos, agua o infusiones, porque depura el organismo, ayuda a desintoxicar el hígado y baja el colesterol.
Si habéis leído , solo se trata de prestar atención, escuchar a nuestro cuerpo y recordar lo mas fundamental: cuidarse e intentar ser feliz. ¿Crees que lograras cuidar tu piel este invierno?
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