Cuando las uñas son blandas y se abren en capas pueden llevarnos hasta la más absoluta desesperación después de haber probado infinidad de endurecedores sin conseguir los resultados esperados. Al principio de usarlos pueden verse más duras y la verdad que algo sí que se nota pero sin grandes resultados.
Las uñas quebradizas son un mal que se puede deber por la sequedad de las mismas, para ello existen en el mercado aceites específicos para las uñas como el de la marca Skeyndor, es un aceite hidratante al limón que se aplica con un pincel como si fuera un pintauñas.
Después de un tiempo usándolo he de decir que ni fú ni fá, quiero decir que no noto nada especial a cualquier otro aceite, pero su precio es económico (4 euros) y ya sabemos que para aceites tenemos el aceite de almendras que es muy bueno para las uñas o si quieres algo más específico un gel endurecedor, como es el caso del de la marca Thuya que os vamos a comentar a continuación.
El último que he probado es este gel sin lámpara con calcio de la marca Thuya, nada tiene que ver con el producto de Skeyndor que os comentamos antes ya que éste es un endurecedor de uso profesional, os explico, este gel se utiliza después de colocar los tips en las uñas, pero a diferencia de las uñas de gel no necesita lámpara para su secado, por lo que su uso puede ser después de colocar los tips o directamente sobre la uña para endurecer.
Después de un mes y medio utilizándolo mis uñas están duras, se me parten menos pudiendo conservar la largura y no se me capean tanto como antes. Eso sí, reconozco que abrirse se me siguen abriendo sobre todo si mojo mucho las manos aunque bastante mejoría si que he notado a este problema porque lo que hace este producto es como ir sellando las capas para que no vayan a más, así que lo único que hago es ir limándomelas y aplicando producto.
Lo ideal es aplicarlo por la mañana y por la noche todos los días pero cuando veo que ya tengo demasiada capa de producto lo elimino con quitaesmalte, me lavo perfectamente las manos y de nuevo aplico el gel. Primero lo realizo por arriba de la uña, luego por debajo y para sellar por el borde, aunque he de reconocer que echo bastante cantidad.
Lo que menos me gusta es que al no ser totalmente transparente (color beige amarillo) cuando te lo aplicas las uñas se ven de ese color ligeramente amarillento pero tampoco es para tanto o si te gusta pintarte las uñas puedes camuflarlo con un bonito color. Su precio es de 14 euros, un poco caro si lo comparamos con el aceite que os comentaba al principio, pero si tus uñas se quiebran con mucha facilidad no es una mala inversión.
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