Glosses básicos de Bobbi Brown para tus besos de otoño

Bueno, pensándolo mejor, igual los glosses no son muy recomendables para dar un buen beso, pero, dejando la practicidad a un lado, hoy os traigo tres tonos para que vistáis vuestros labios de otoño.

Se trata de tres colores básicos, beige, marrón y rosa, imprescindibles para un buen fondo de armario otoñal. Los tres pertenecen a Bobbi Brown en dos de sus líneas de gloss: Shimmer Lip Gloss y Glitter Lip Gloss.

Nunca he sido una gran seguidora de los glosses. Me encantan el brillo que aportan y el efecto boca jugosa, pero bien por que fumo o por que beso mucho la verdad es que no me han resultado nunca demasiado prácticos.

Aún así, he probado bastantes, solos o sobre los labiales. Si bien es cierto que muchos son pegajosos, que otros pican y que otras resecan, la verdad es que hay algunos maravillosos, que no te dejan la sensación de labios pesados o pringosos y que hidratan. Para mí, los mejores hasta el momento, han sido los glosses de Dior y Helena Rubinstein. Y ahora que he probado los de Bobbi Brown, también me han gustado.

Y me gustan por esas razones, son ligeros, no son pegajosos y la sensación que aportan a los labios es de elasticidad e hidratación. Además, tienen un aroma avainillado súper apetecible.

Os dejo una fotografía con las referencias y los colores para que os podáis situar. Sandy Beige y Spun Gold pertenecen a la colección Shimmer Lip Gloss, cuya característica principal es que son tonos perlados. Y Pink Glitter pertenece a Glitter Lip Gloss, glosses con purpurina. Los tres colores son geniales para el otoño y combinan genial con las sombras de Bobbi que vimos el otro día.

Los tonos

Sandy Beige, el número 21 es un tono beige muy clarito. Es ideal para llevarlo solo y darle un toque nude, perlado y luminoso a tus labios. Pero al ser un tono tan claro, también es ideal para aplicarlo encima de un labial sin alterar su color.

Spun Gold, el número 15, es un color marrón chocolate muy luminoso. Pese a que en el envase, pueda parecer muy oscuro (aunque en la fotografía no haya podido recogerlo), luego, aplicado en los labios no lo es tanto. Es más, en este tono se aprecia mejor el reflejo perlado. Nunca me ha gustado mucho el color chocolate para los labios, por aquello de que tus dientes puedan parecer más amarillos, pero coordinado con los ojos, que da muy bonito.

Por último, tenemos Pink Glitter, con el número dos. Los glosses con purpurina, los utilizaba cuando era más jovencita, y hace años que ya no los llevo. La verdad es que a veces decimos purpurina y nos entra repelús por si queda demasiado exagerado. La verdad es que en este caso no, porque las partículas son muy chiquititas. El efecto es muy jugoso y juvenil, y quizá es el que más me guste de los tres glosses presentados y es que el rosa es mi debilidad para los labios.

Los pinceles

Sin duda, una da las claves para que un gloss quede bien está en la aplicación. En este caso, los aplicadores de los glosses de Bobbi Brown no son los habituales de esponjilla, sino que son de pincel. A mi juicio, los aplicadores en pincel son más precisos que los de esponjilla.

Como veis, contienen sólo 4,2 ml, lo cual está bien para que no se seque el producto ni pierda su fragancia, pero ciertamente es muy poca cantidad para un gloss que ronda los veinte euros.

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