Guerra a las manchas ¿de sol? con Loderme, un despigmentante facial de Alter

Ayer, iba a depilarme las cejas cuando, de repente me fijé en que me había salido una mancha a la altura del final de la ceja izquierda. No era una peca, era una mancha. No sabría muy bien cómo explicaros la desazón tan tonta que me entró. Enseguida me acordé de mi abuelo que siempre fue muy guapo, con grandes ojos azules, pero que estaba lleno de manchas, sobre todo en las manos ¿por culpa del sol? No lo sé, pues siempre iba con sombrero. Era vasco, y me he fijado en que muchos vascos tienen manchas en la piel. ¿Será genético?

A estas alturas, lo que está claro es que no hacen falta los grandes avances de las ciencias para saber que una inadecuada exposición al sol suele ser la principal (¡aunque no la única!) causa de aparición de estas hiperpigmentaciones en la piel - acordaros, sino, del ama de cría de Escarlata que siempre le recomendaba ponerse el sombrero o utilizar una sombrilla para salir de casa.

Soy consciente de que para luchar contra estas dichosas manchas tendré que hacerme muy amiga de los fotoprotectores, y aplicármelos a todas horas. Eso o ¡volver a poner de moda las sombrillas! Aunque procuro quitarle hierro al asunto, el caso es que como no me quedé muy tranquila del todo, aproveché que hay unos grandes almacenes que siempre están abiertos, para darme una vuelta por su parafarmacia.

Mi objetivo: buscar una crema facial que, aunque no la hiciese desaparecer, por lo menos disminuyese el tono de la mancha que me había salido y, en la medida de lo posible, que me protegiese de la aparición de otras. Los laboratorios Alter tienen un producto llamado Loderme que me pareció que tenía buena pinta.

Es un tubo con una crema que asegura ser un despigmentante facial. Hay que extendérsela uniformemente por el rostro y el escote, y según el prospecto, constituye una excelente base de maquillaje. Abrí el tapón y no olía a perfume.

Entre los principios activos de los que se compone su fórmula hay un ácido y un extracto vegetal que, al parecer, inhiben uno una hormona, y el otro una enzima impidiendo así que desencadenen la reacción de melanogénesis (al llegar a casa busqué en Google que era aquello de la melanogénesis y es el proceso de pigmentación indirecta que producen los rayos UVB del sol).

También había un péptido que, al parecer, era capaz de inhibir la Alfa-MSH de la cadena de síntesis de melanina, además de una serie de filtros solares químicos. Como no estaba mal de precio (33,54 euros para 50 ml), y no pensaba volverme a casa sin una solución para el yuyú que me había dado, lo compré.

Ahora que se acerca el buen tiempo (¡ojala!), y que ya voy cumpliendo años, no quiero que el sol me vuelva a jugar malas pasadas. Ya os contaré si, como prometen los laboratorios Alter, esta crema es capaz de aclarar el tono de la piel hiperpigmentada o sigo con mi mancha para los restos. ¡Cruzaré los dedos!

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