He probado la mascarilla de Moroccanoil de la que todo el mundo habla para un pelo más suave y brillante

Poder presumir de un pelo bonito, suave, brillante,... de esos que nos gusta mirar y tocar, no es fácil y requiere su tiempo y cuidado. Así, seguir una adecuada rutina, ajustada a nuestras necesidades capilares es fundamental y, como bien sabéis, entre los productos recomendados siempre suele estar una mascarilla en cualquiera de sus modalidades.

Tras el champú y el acondicionador, aplicar de vez en cuando, como dos/tres veces por semana, una mascarilla nos ayudará a tener un pelo más suave, fuerte y con un aspecto más sano. Así, hoy en concreto os vengo a hablar de la última que he estado utilizando estas últimas semanas: la Color Deposting Mask high-shine gloss de Moroccanoil.

Según nos cuentan desde la marca, gracias a esta mascarilla conseguiremos mucho brillo en el pelo y una suavidad instantánea, siendo apta para todo tipo de cabellos y para todo tipo de coloraciones. Contiene una fórmula incluye la tecnología ArganID que ayuda a reparar y sellar la cutícula y obtener un cabello sedoso y con un aspecto radiante y saludable.

Forma parte de la Colección de Mascarillas dosificadoras del tinte y, aunque esta mascarilla no contiene pigmentos, las otras sí y ayudan a revitalizar el tinte, también se puede combinar con otros tonos de Mascarillas dosificadoras del tinte para personalizar el color o crear tonalidades pastel.

Si os tengo que poner en antecedentes, os diré que actualmente no llevo ningún tipo de tinte o mechas en el pelo, hace ya como cuatro años que decidí dejar mi tono natural y lo tengo realmente bien. Mi tono de base me gusta, lo tengo bastante sano (me lo cuido mejor, también es cierto) y, por tanto, la única de las mascarillas de la línea que podría sumar a mi rutina es esta.

En cuanto a su modo de aplicación no varía mucho de otras: lavamos el cabello, retiramos el exceso de agua, aplicamos generosamente de medios a puntas, peinamos con un peine de púas separadas para que se distribuya a la perfección y dejamos actuar entre 5 y 7 minutos.

En este punto os haré un inciso. En mi caso me levanto muy muy temprano (a las 5:30 de la mañana) y sí, me lavo el pelo por las mañanas. Por tanto, he tenido que cambiar un poco la rutina para poder invertir el tiempo necesario para poder aplicarla. Con esto os quiero hacer ver que si yo me la puedo aplicar a esas horas en las que casi no sé ni cómo me llamo, las demás también, que no os dé pereza.

Luego solo hay que retirarla con agua y secar y moldear el cabello como lo hacemos habitualmente. ¿El resultado? Pues la verdad es que deja el pelo muy suave, sin duda, sin que me lo apelmace ni haga que me pese más de la cuenta y sí, podría asegurar que me da un extra de brillo, no algo exageradísimo, obviamente, no dejará de ser un producto casero y no un tratamiento profesional, pero algo sí.

Además, luego aplico una gotina del mítico aceite de Moroccanoil light especial para cabellos finos como el mío (13,60 euros) y el brillo y la suavidad se multiplican, las cosas como son. Son un buen tándem ambos juntos.

Como os decía antes, ahora tengo el cabello bastante sano y creo que sí, me está ayudando a mantenerlo y a conservar una cutícula suavizada. Creo que en un cabello más deshidratado que el mío funcionaría bien y le ayudaría a ganar en calidad bastante, las cosas como son. Por lo tanto, me parece un buen producto indicado para aquellas melenas que busquen una hidratación profunda y que quieran conseguir suavidad y sumar un toque de brillo. De hecho, estoy segura que las que están diseñadas con color podrían ser muy útiles para "alimentar" el pigmento y revitalizarlo.

En cuanto a su precio es de  29,95 euros el formato 200 ml.

Foto | Element5 Digital en Unsplash y Trendencias

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