Poseer una fragancia de Hermès supone tener una pequeña llave de acceso a un universo extraordinario. Cualquiera de ellas se puede, desde luego, disfrutar sin más, pero lo que pocos saben es que cada una ofrece la posibilidad de adentrarse en una historia en la que interviene poesía, símbología, arte y sensibilidad. Hablar sobre Hermès es hacerlo sobre la creación de lo esencial bajo la premisa de la belleza, la calidad y la materia. Hablar sobre cualquiera de las creaciones de Jean-Claude Ellena o de sus antecesores es entender todo esto.
Mi precepción me permite llegar a definir Hermès como una atmósfera que envuelve todas sus creaciones, que incluso envuelve a esas personas que llegan a entender su filosofía hasta venerarla. La firma donde lo exquisito prima, prevalece y se mantiene; y en la que el paso de tiempo te da muchas razones para comprenderla y amarla. Una excelencia palpable en la expectación con que cualquiera de los que se sienten parte de este universo espera cada noticia de la Maison. Por todo eso esperaba con curiosidad una nueva historia, una nueva expresión olfativa que se sumara a su librería.
Una librería diferente y mágica
Puede que os sorprenda el termino librería para hablar de una fragancia, pero para Hermès cada uno de sus perfumes constituye un relato meditado y lleno de inspiración capaz de abrir un espacio imaginario. El conjunto de los perfumes de la casa conforman una singular librería. En ella se encuentran sus Perfumes Novela, llenos de personajes y acontecimientos que se despliegan en el tiempo y que buscan su inspiración en el patrimonio de Hermès ¿Algunos? Calèche, Eau de Merveilles o Terre d’Hermès.
Los Perfumes Relato, cuentos con menos personajes y acontecimientos, que concentran el tiempo en un instante y que describen una geografía sensorial inspirada en los temas anuales de Hermès, lo conforman sus Jardín y Colognes.
Los Perfumes Poema son sobrios e intensos, reinventan una naturaleza insólita y preciosa, en busca de lo inédito. Su conjunto esta compuesto por Hermessence, la colección de fragancias singulares que se encuentran en exclusiva en las tiendas Hermès.
Terre d'Hermès Eau très fraîche
Si la esencia creativa de la emblemática Terre d’Hèrmes es el arraigo a la tierra con la mirada en el cielo, para esta nueva creación el agua se incorpora como elemento vital del universo que se halla en la profundidad de la tierra. El agua se contempla inherente al frio, hielo y a naturaleza inmaculada. Jean-Claude Ellena imagina una travesía por los elementos agua, cielo y tierra que alcanza el máximo sentido al inspirar Terre d'Hermès Eau très fraîche.
Una sensación
Me encanta Terre d'Hermès y siempre he necesitado alegar ese pretexto para utilizarla, porque sé que realmente resulta una fragancia muy masculina. La gran sorpresa que incluye esta nueva creación es que pese a ser masculina, os va a encantar disfrutarla a vosotras. El resultado es una fragancia mucho más cítrica y ligera que Terre d’Hermès en una primera impresión gracias a la naranja amarga. Resulta más suave y fresca sin abandonar la fuerza y calidez de sus notas amaderadas, que aparecen a continuación y se mantienen. Resulta muy estimulante en un primer momento, para dar paso a una sensación cálida que permanece.
Su frasco une la sobriedad y la delicadeza. La sencillez de lo depurado una vez más se muestra como seña de identidad de la casa. Un perfil extraplano, estilizado que emana claridad, con tapón blanco y remache de Hermès engastado. El cristal incorpora hilo naranja en su base y hombros de metal.
Podréis disfrutar de esta nueva creación desde mediados de marzo. Se presenta como Eau de toilette en envase vaporizador de 125 ml, a un precio recomendado de 94,50 euros. La podréis encontrar en las tiendas Hermès, grandes almacenes y perfumerías autorizadas.
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