Si hace poco os contaba que este año podíamos decir adios a la celulitis o al menos remediarla hoy os traigo también un tema bastante interesante para todas aquellas a las cuales el nuevo año les ha traído nuevos objetivos, cuidar la dieta.
Pero este post en concreto no va a hablar de una nueva dieta, es más, es para aquellas a las que la palabra dieta les hace temblar el apetito y no quieren empezar a pensar en pasar hambre. Pero si esto te pasa ¿por qué no hablamos de aligerar tu alimentación en vez de llamarlo dieta?
En muchas ocasiones consiste siempre en querer bajar de peso y por eso corriendo vamos a buscar una dieta donde no consumamos tantas calorías y así adelgazar, yo te propongo empezar antes de ese sobrepeso mirando bien lo que comemos pero sin pasar ansiedad por quitarnos todo de golpe, ¿prevenir antes de curar? dicen los expertos.
Consejos para aligerar tu alimentación
Salsas. Que peligro tienen y encima que dependencia crean, ¿verdad?, pues es sencillo variarlas un poco para que no conlleve siempre tanta medida calórica. Hacerla nosotras con salsa de tomate natural, unos ajitos, cebollas rehogados y plantas aromáticas es mejor altenativa a la mayonesa que tiene base oléica o a las de base láctea como añadir siempre nata o queso.
Con los bocadillos pasa igual, si añadimos un poco de lechuga o tomate a cualquier fiambre entre pan y pan nos ahorrarremos una pesada digestión y aligeraremos mucho esa comida. Otra buena opción es cambiar los rebozados en bocadillo (calamares, san jacobos, croquetas) por el mismo formato pero hacerlo justo antes de embadurnarlos de harina y huevo y después sartén. El sabor base de muchos alimentos apenas varía te lo aseguro.
Fruta. Este consejo no es nuevo pero a veces nos bombardean tanto con la fruta dentro de un yogur que se nos olvida que esa misma proporción de fruta es mucho más sana tomada naturalmente y sin nada de añadidos. Cuidado siempre con todo aquello denominado light que nos incita a consumir pensando que no estamos cuidando cuando no siempre es así.
Dos o tres frutas al día nos llenaran de vitaminas el organismo y reduciremos el aporte de grasas y azúcares que cualquier otro tipo de merienda o tentempié.
Ázucar y grasas. Es mucho mejor un bocadillo hecho en casa por tí que ir corriendo a la pastelería a matar el gusanillo con bollos industriales, aunque sean versión minitarta. Las bolsas de snacks saladas o dulces tambien tienen sus alternativas como unos cacahuetes naturales o un puñado de pipas, pero no confundamos, las dos suelen llevar grasas pero unas mejores que otras y no en tanta cantidad.
Desayuno. Acércate a los integrales, además de no morder ya se ha conseguido en casi todos los productos que no sepan a alfalfa pura como antes ¿te acuerdas de los primeros panes?. Ahora están mucho más ricos, controlan el apetito y se reduce el almacenamiento de grasas.
Si a día de hoy no has probado las pasta integrales por que su color en el paquete no te llena pruébalas, se nota la diferencia en la digestión pero para nada en el sabor original de la pasta.
Verduras. ¿Te sigue costando comer verdura?, yo utilizo un truco que es hacer un único plato de verdura mezclado con pasta integral. Mata el sabor de la verdura o al menos no me sabe tanto y le hecho un chorrito de aceite junto a ajitos rehogados, en la cocina es cuestión de ponerse a experimentar queridas arrebatadoras.
Con tortilla, con gambas, hay muchas opciones para no comerlas solas y al vapor, lo importante es no dejar de consumirlas al menos una vez al día.
Como siempre estamos esperando tus ideas o trucos, esta vez no es para perder peso si no ¡para no cogerlo!, (aunque aceptamos comentarios de las expertas en dietas).
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