Jimmy Choo y su sobrina Sandra Choi, diseñadora de zapatos y directora creativa de la marca, han confiado en la perfumista Louise Turner para que les crease una nueva fragancia cuyos acordes suscitasen el recuerdo de aquellas tardes de juventud pasadas en compañías de las amigas mientras se disfrutaba de un buen cóctel.
Con semejante briefing, Louise se puso en seguida manos a la obra. La perfumista no dudó en declarar que cuando le ofrecieron trabajar para Jimmy Choo, lo primero que le vino a la mente fue un perfume alegre y divertido, que proporcionase seguridad a quien lo usase porque, según confesó su autora, al igual que cuando se calzaba sus Jimmy Choo le parecía que pisaba fuerte por la vida, quería que los acordes de esta fragancia transformasen en reina de la fiesta a quien se animase a pulverizarse con ellos.
Si tuviese que describir esta fragancia diría que a las notas de salida de las frutas rojas se une una nota cítrica que lucha por abrirse camino, pero su corazón está compuesto de rosa con acordes de sándalo en las notas de fondo, y almizcle blanco para fijar bien todas las notas.
Louise Turner comentó en rueda de prensa que su intención fue reproducir la sensación de una lluvia de pétalos que pareciese rodearnos como si fuesen un torbellino.
Para ir acorde con la alegría de los cítricos y de las frutas rojas, el emblemático frasco de Jimmy Choo se ha reinventado vistiéndose de matices fucsia; y se ha coronado con un tapón que parece un diamante. Su packaging es de ese color rosa shocking que tanto gustaba a la diseñadora italiana Elsa Schiaparelli, y por encima es como si hubiesen espolvoreado polvo de estrellas, lo que hace que brille como si fuese un tesoro. Precio: 92,00 euros (100 ml).
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