Querida Julia Roberts, eres una de mis actrices favoritas, así que no seré yo la que hable mal de ti, pero a veces haces cosas a las que no les encuentro mucho sentido, como el último manifiesto que te has marcado en Instagram, en el que además de animarnos a querernos tal y como somos, supuestamente posas con la cara lavada.
Ya lleva más de 10.000 me gusta y realmente transmite un mensaje positivo y bonito pero… será mejor que primero le echemos un vistazo.
Algo así como (traducción muy libre):
La perfección es una enfermedad de la nación. Cubrimos nuestras caras con toneladas de maquillaje. Nos inyectamos botox e incluso nos hacemos pasar hambre para entrar en la talla perfecta. Tratamos de arreglar algo, pero no se puede arreglar lo que no podemos ver. Es el alma la que necesita cirugía. Es hora de posicionarnos. ¿Cómo puedes esperar a que alguien te ame si no te amas a ti mismo? Tienes que ser feliz contigo mismo. No importa como te veas en el exterior, es el interior lo que cuenta. Hoy, quiero poner una foto sin maquillaje. Sé que tengo arrugas en mi piel, pero hoy quiero que veas más allá de eso. Quiero abrazar a mi verdadero yo y quiero que tú abraces quién eres, cómo eres, y te ames por tu forma de ser.
Precioso, pero Julia, hay algunas contradicciones que me desconciertan.
Punto 1:
Está muy bien decir que quieres que veamos más allá de tus arrugas, pero, ¿dónde están? Porque en la foto yo no las encuentro por ninguna parte, de lo que deduzco que o está mal enfocada, o retocada, o es mentira que no llevas maquillaje, o simplemente no tienes arrugas y te las has imaginado.
Punto 2:
Me encantaría creerte, pero si algo representas, en el cine, y especialmente en la publicidad, es esa imagen de belleza distorsionada que ahora descubres que nos está perjudicando. Resulta un poco maquiavélico que digas justamente lo contrario de lo que haces. ¿Ya no te acuerdas de cuando en el Reino Unido retiraron un anuncio de Lancôme del que eras protagonista precisamente por crear falsas expectativas y mostrar una imagen demasiado perfecta?
No ha sido el único, encontrarte así, es lo habitual.
Y no pasa nada, es tu trabajo, la mayoría ya nos hemos acostumbrado a ver tu rostro en las marquesinas y las revistas como si fuera un dibujo. Tenemos claro que no es real, a estas alturas casi nos hemos inmunizado, pero claro, si nos llegas ahora con discursos como este ya no sabemos para dónde tirar.
Fíjate si nos trastoca, que yo llevo un buen rato dirigiéndome a ti, como si fueras a leerme… Por favor, no intentes hacernos creer que velas por nosotras, gracias, sabemos hacerlo solas y algunas, como yo, te vamos a seguir admirando igual, aunque bastante a menudo contribuyas a alimentar eso que llamas “enfermedad”.
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