Kenzo nos invita a entrar en su universo a través de un juego de amor que tiene lugar en la Habana, para descubrir su nueva fragancia a la que ha llamado, como no podía ser de otra forma, Kenzo Jeu d’Amour.
Esencia de feminidad, un concentrado de sensualidad, el nuevo perfume Kenzo explora todas las facetas del juego amoroso: jugar, sonreír, seducir, provocar, sorprender. Porque, el amor es una apuesta, y la seducción una partida de cartas. Lo importante es no estar nunca allí donde nos espera, para atraerlo aún más.
Patrick Guedj, director de arte de Kenzo ha rodado un fashion film en el que los actores Louise Bourgoin y Adrien Brunier interpretan a una pareja que se da cita en lo que parece un vestusto casino para emprender una partida de strip póker con la música de fondo de Devendra Bahart.
Durante la misma, Louise Bourgoin, al ir perdiendo, va desprendiéndose de sus pendientes, su pasador para el pelo, sus zapatos. Luego, utiliza una pluma de color rojo para animar a Adrien Brunier a que se despoje a su vez de su camisa.
El resto de los clientes asisten sorprendidos a esta particular partida. Hasta que Louise, antes de quitarse su vestido, da un fuerte golpe a la lámpara que está justo situada encima de la mesa de juego, fundiendo la bombilla y provocando una gran oscuridad, para que aparezca sobreimpresionada la silueta del nuevo perfume y su nombre.
Con este fashion film, Kenzo y Louise Bourgoin, la dama de corazones, nos invitan a redescubrir el amor a través de un elixir que es todo un concentrado de sensualidad, la esencia de la feminidad, una fragancia golosa capaz de explorar todas las facetas del juego amoroso.
La fragancia es una creación de la pareja de maestros perfumistas Daphne Bugey y Christophe Reynaud, que han utilizado para su elaboración té, granada y mandarina roja como notas de salida, y freesia y nardo - considerado en la India como la flor de la sensualidad por excelencia -, en las notas de corazón matizadas por los acordes amaderados del sándalo.
El diseño es obra de Karim Rashid quien se ha inspirado en los labios rojos, generosos, picantes y tentadores de Louise Bourgoin para realizar el visual que ha estampado en el packaging. Mayor fetichismo, ¡imposible!
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