Bajo ese asombroso nombre, brocha mofeta, fruto de su apariencia, se esconde una de las brochas de maquillaje más útiles. Se trata de una brocha que se utiliza para que los productos en polvo para la cara queden aplicados de forma ligera, sin apelmazar y sin formar pegotes de ningún tipo. Este resultado lo logra con unas cerdas muy finas y separadas, sobre todo en el extremo en contacto con la piel.
Es, por tanto, ideal para el colorete y para los polvos terracotta. Sin embargo, últimamente muchas beauty addicts la usan también para aplicarse productos líquidos o en crema, como la base de maquillaje, ya que el acabado que deja es muy liviano, evitando el aspecto de exceso de maquillaje. Además permite dar una sola aplicación, para que quede un efecto suave, y a partir de ahí ir aumentando si se quiere un aspecto más construido.
Hoy en día muchas compañías las venden a precios muy asequibles, aunque, como siempre suele ocurrir cuando hablamos de brochas, MAC se lleva la palma fabricando la que, en mi opinión, es la mejor del mercado, y que podéis ver en la foto (número 187). También es fantástica la de Bobbi Brown, y, si compráis por internet, la de Alima, que es la que yo uso y que me ha dado un buenísimo resultado.