Cuando tu rostro presenta síntomas de deshidratación, buscas el cosmético que mejor cubrirá esa necesidad de tu piel: una crema especial, un suero de hidratación o una mascarilla de calidad superior a la que vienes utilizando últimamente.
Pero parece ser que no es suficiente: tu piel no consigue repararse en ciertas zonas como las sienes, la frente o mejillas y sigue estando deshidratada. Decides hacerte una limpieza de cutis o incluso tiras la casa por la ventana y tu esteticista te aplica un tratamiento de cabina especial rehidratante.
¿Qué le pasa a tu piel?. Sales muy contenta y satisfecha de la última sesión y la sensación de tirantez en el rostro desaparece por un par de meses o tres. Pero vuelve, a pesar de tus cuidados diarios y especiales. Es muy frustrante pero seguramente la causa de tus problemas sea hormonal.
Ser mujer no es ninguna lotería con premio gordo en cuanto a fiestas hormonales se refiere: son muchas y se lo pasan en grande sin preaviso, desbarándolo todo en tu cuerpo. Del mismo modo que un desarreglo hormonal puede causar acné, también es culpable a veces de esas zonas de deshidratación o del rostro en general.
Son rincones que de pronto notas tirantes y estarías todo el tiempo aplicando la crema hidratante para saciarla. Y haces bien porque tiene mucha sed y necesita ese aporte varias veces al día, aunque sea sólo en ese punto de escape de agua que va a provocar una sequedad en la piel por razones internas y no porque tus cosméticos no estén bien escogidos.
Foto | sarasculli, Fernando En Arrebatadora | Efectos de la píldora anticonceptiva sobre la piel