Dentro de las mascarillas caseras tiene un lugar especial la llamada "mascarilla de aspirina", por su efectividad y sobre todo por lo barata que sale. Se trata de una mascarilla que sirve para combatir las imperfecciones y los granitos-gracias al ácido acetil-salicílico (AAS)- y para dejar la piel muy suave. Así de fácil y así de baratito. Además, se puede usar como exfoliante o bien dejarla en la cara y usarla como mascarilla, que es el uso más habitual. El AAS (nombre comercial:aspirina) es una variante química del famoso ácido salicílico que se usa normalmente para tratar acné, granitos, imperfecciones en general y para exfoliar la piel y dejarla como nueva.
Si queréis probarla en casa, es tan simple como esto:
- Comprar una tableta de aspirina, o de su genérico, de las normales, es decir, no de las que están recubiertas. Esto es importante para que se disuelvan bien. Si están cubiertas de una capa de excipiente típica de los medicamentos será más difícil. Tiene que ser aspirina, por el tema del AAS, no vale paracetamol ni nada parecido.
- Sacar 5 aspirinas de la tableta, aplastarlas y mezclarlas con dos cucharadas de agua templada.
- Opcionalmente se le puede añadir una cucharadita de miel-te quedará más densa-o bien un poco de yogur-la mascarilla será más suavizante con él.
- Aplícate la mezcla sobre la cara, en una capa leve, deja que se seque y quítala haciendote un masaje circular.
Y eso es todo. Por último recordar que antes de usarla habrá que tener muy claro que no se es alérgico o alérgica a la aspirina.