Muchos ingredientes activos que forman parte de nuestros cosméticos no tienen una sola propiedad. El retinol, por ejemplo, esa forma de Vitamina A tan famosa en belleza que tiene propiedades iluminadoras del cutis que no todas tenemos presente.
Hemos encasillado al Retinol como antiarrugas y regenerante, propiedades muy deseadas en tratamientos cosméticos. Sumémosle con justícia la propiedad de iluminar la piel, objetivo de las pieles apagadas, estresadas y/o asfixiadas.
Siempre en estado puro encapsulado, tiene la capacidad de estimular la producción de colágeno y un alto poder regenerante. La propiedad de combatir el estrés oxidativo de la piel se traduce en una piel más luminosa.
Imaginaos que los radicales libres que se producen por el estrés oxidativo de la piel son bolas de papel arrugado que se pegan aquí y allá en una ventana. Ves el exterior pero, si se acumulan las bolas, la visión es cada vez peor. Si escudamos la piel con Retinol y su acción antioxidativa, habrá menos y se verá mejor el cristal de la ventana. La guinda del pastel es añadir dosis de antioxidantes, devoradores de bolas de papel arrugado.
Foto | Santiago Alvarez Vía | Matriskin En Trendencias Belleza | Los 10 mandamientos del retinol, El ácido hialurónico
