Es sin duda una de las mejores maneras de incentivar los efectos de los tratamientos, (cremas hidratantes, anticelulíticos, reafirmantes, etc). La sauna favorece la transpiración cutánea, abre los poros y contribuye a eliminar impurezas. pero como otros tratamientos no es apto para todas las personas.
Las personas hipertensas no deben tomar sesiones de sauna, además esta desaconsejada si sufres mala circulación, varices o el síndrome de piernas cansadas.
Si por el contrario sufres tensión baja tampoco te viene bien, puedes sufrir una lipotimia (desmayo).
Embarazadas. Nunca, puedes tener una dilatación prematura del útero debido al calor.
Si vas habitualmente al gimnasio pide asesoramiento a un profesional, nunca te cueles sin más. Lo que le viene bien a una persona, no tiene porque irle bien a otra.