Las estrías son sin duda uno de los caballos de batalla dentro de la medicina estética y reparadora, hasta tal punto de ser uno de los pocos problemas estéticos que aún no se pueden solucionar de manera total y efectiva al 100%.
El motivo está claro, como bien sabéis la piel posee unas fibras elásticas que al llegar a un límite se rompen creando esa pequeña grieta en nuestra piel que primero presenta un color rojizo (vascularizada) y posteriormente se tornan blanquecinas (la sangre ya no llega a esa zona).
Sin duda que el dicho de más vale prevenir que curar le viene que ni anillo al dedo para el tema de las estrías, cuyas posibilidades de aparición en el embarazo se disparan de forma que su aparición es practicamente inevitable (9 de cada 10 embarazadas las sufren).
La aparición de las estrías depende de múltiples factores, un aumento de estrógenos en el embarazo, factores hereditarios, y por supuesto un aumento de peso que repercute en la piel.
Pueden hacer acto de presencia a partir del tercer mes de embarazo, pero no debéis esperar al tercer mes para comenzar una rutina de hidratación en las zonas más propensas que son por este orden: el abdomen, los muslos, las caderas y los pechos.
Para ello lo recomendable es, además de controlar vuestro peso durante la gestación, aplicar una rutina de hidratación, ingerir suficiente agua y por supuesto aplicar en las zonas de riesgo cremas anti estrías específicas para evitar su aparición que deberéis aplicar dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche.
Entre las cremas antiestrías encontraréis gran cantidad en el mercado, además de aceites específicos que también pueden ser efectivos.
Sin entrar a nombrar marcas específicas sí que es importante que tengáis en cuenta que tanto la centella asiática, como la rosa de mosqueta, son dos de los agentes regeneradores más efectivos para evitar y controlar las primeras estrías.
Y por último otro aspecto a cuidar durante los meses de gestación es la alimentación. Los alimentos ricos en vitaminas A,E y C ayudarán a facilitar la síntesis de colágeno, factor indispensable para asegurarnos la eslasticidad en la piel. Entre los alimentos más ricos en estas vitaminas encontraréis zanahorias, verduras, lácteos, y por su puesto los cítricos, además de los ácidos grasos esenciales que podréis encontrar en el pescado azul principalmente.
Como veis unas rutinas muy fáciles de seguir, aunque soy de la opinión que en el tema de las estrías el mayor culpable es sin duda el factor genético, siempre será mejor ponérselo cuanto más difícil mejor y minimizar de esta forma su tan odiada y temida aparición.
Imagen | Genue Luben, Arwen Abendstern
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