El primer día de una manicura recién hecha, todo es femenino y glamouroso. Al poco rato, ya te has estropeado alguna esquina del esmalte con el llavero y, al par de días, has tenido que ocuparte de las plantas o de un traslado y ya no es manicura: es un teclado de piano.
Si algo en maquillaje y manicura da el resultado opuesto a la coquetería y al favorecimiento de la mujer son unas uñas hechas una porquería por el desgaste del esmalte: hay tendencias que no deben seguirse.
Esas manos tipo teclado de piano son horripilantes y capaces de dar piel de gallina sólo de verlas. Si tu esmalte es de tono oscuro, multiplícalo X mil. Feo, sucio, dejado.
Si por tu trabajo o aficiones tu manicura no te va a durar, no deberías usar esmaltes oscuros ni nacarados: cuando se rallan, se nota a la legua. Mucho mejor los tonos naturales (porcelana, blanco, rosa, beige) y mates.
Y si, aún así, tus colores preferidos son los fuertes, ten la precaución de llevar toallitas quitaesmaltes individuales en el bolso o el propio esmalte para retoques. Que no te venza la pereza al llegar a casa y desmaquillarte las uñas: mejor sin esmalte que destrozado porque da una imagen muy negativa de tí misma.
Foto | Leah Makin Photography
En Arrebatadora | Set de manicura francesa, de Ainhoa , Para diluir el esmalte pastoso, un truco poco costoso
