Reconozco que soy una gran seguidora de estos bálsamos labiales y tengo varios en mi haber (como cinco de diferentes colores y "sabores") y nunca me ha pasado absolutamente nada. Sin embargo, parece ser que no es oro todo lo que reluce y la marca Eos está en el punto de mira ya que ha sido denucniada por varias de sus usuarias que han sufrido reacciones a este producto.
El caso es que, para las que no lo sepáis, estos labiales son de lo más conocidos en USA, allí cuestan unos 4 dólares (yo los he comprado en Nueva York por ese precio en droguerías), mientras que en España igual los podemos encontrar por unos 8 € y online por el mismo precio (o más).
Así, según las informaciones que han salido a la luz, se dice que la empresa Eos Lip Balm ha sido denunciada por algunas usuarias que, tras su utilización, han sufrido severas lesiones labiales. De hecho, dichas lesiones se centran en reacciones alérgicas que han ocasionado más sequedad, erupciones, dolor, quemaduras e, incluso, daños como decoloración de los labios. Vamos, que todo un peligro.
La mecha la prendió una usuaria llamada Rachel Cronin que subió las imágenes que tenéis sobre las líneas a su cuenta de Facebook, en las que vemos unos labios muy dañados, al parecer, tras el uso de su Eos. Según Rachel, parece que ser que horas después de aplicarse el bálsamo comenzó a sentir los labios aún más resecos por lo que siguió aplicando, y con cada aplicación la apariencia de sus labios empeoró. Tal fue el empeoramiento que fijaos qué resultado. El caso es que sus labios no se mejoraron hasta 10 días después de dejar de usar el producto.
Después de la denuncia de Rachel, han saltado otros casos y parece que hay una demanda colectiva que solicita, entre otras cosas, que el producto advierta claramente que puede llegar a causar estas lesiones.
De momento, es sólo una denuncia, bien es cierto, pero los abogados de Eos ya han hecho declaraciones en las que aseguran que esta denuncia no tiene fundamento ya que aseguran que sus productos exceden todos los estándares de seguridad y calidad establecidas por la industria, de hecho la salud y el bienestar de sus clientes es su principal prioridad.
La verdad es que noticias así nos hacen pensar, ¿qué hacemos ahora con nuestros Eos? ¿los tiramos o nos los quedamos? He ahí la cuestión, porque, bien es cierto, que pueda ser una reacción alérgica a determinadas personas, yo los uso bastante y a mí nunca me ha pasado nada y eso que soy muy propensa (por desgracia) a las ampollas del herpes labial, por ejemplo.
Seguiremos de cerca el asunto para ver en qué queda y si realmente la alarma es tan grave como se pinta. Os mantendremos informadas.
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