La soja, ese producto que está tan de moda en la alimentación de muchas personas hoy en día, tiene muchas y excelentes propiedades.
Originario de China y Japón, la soja es una legumbre que entre sus propiedades nutricionales más importantes destacan sus altos niveles protéicos (llegando a ser un sustitutivo de la carne para los vegetarianos), sus altos niveles de calcio (ideal para prevenir osteoporosis) y sobre todo su capacidad para eliminar del organismo el llamado colesterol “malo” y los ya famosos triglicéridos.
Pero hoy, como no podía ser de otra manera, vamos a centrarnos en otras de sus propiedades, más concretamente en las propiedades de la soja en la piel, que son muchas y que varias casas cosméticas ya empiezan a aprovechar en sus productos anti-edad.
A partir de cierta edad, la piel empieza a estar más flácida, más seca, incluso empiezan a aparecer manchitas. La soja evita el envejecimiento prematuro de la piel de tres maneras distintas:
Reteniendo la hidratación de la piel, evitando así tener un rostro más seco
Actuando como antioxidante, previniendo de la acción de los radicales libres
Estimulando la creación de colágeno en la piel
Una buena manera de conseguir beneficiarnos de sus propiedades es, claro está, ingiriéndola de forma natural o en lecitina. También podemos aprovechar sus cualidades con una mascarilla casera de harina de soja con un poco de agua. Formas una pasta y dejas reposar de 15 a 30 minutos.
Si no eres muy fan de los remedios caseros también podrás encontrar la soja en muchos productos cosméticos. De hecho existen líneas específicas, con la soja como elemento principal, como el Soya Unify de Roc, ideado para eliminar esas primeras manchas que empiezan a aparecer a partir de cierta edad o el tratamiento anti-edad de de Natura Bissé, compuesto por isoflavonas extraídas de la soja.
De todas formas, nada como introducir la soja en nuestra alimentación, para ver de primera mano sus beneficiosos efectos sobre nuestra piel.
Imagen | CSIC