Los piercings dentales de los 90 han regresado, y no sabemos bien cómo sentirnos al respecto

Lo hemos recuperado prácticamente todo de la década de los 90. Hemos vuelto a las deportivas, a las trenzas de colores y a hasta a los coleteros. Pero una de las modas más llamativas y atrevidas de esos años era una que, a simple vista, pasaba desapercibida. Se trata de los piercings dentales, joyas y formas incrustadas en el esmalte del diente que solo veíamos cuando alguien sonreía.

Estos adornos bucales son la primera parte de los llamados grillz, que raperos y celebrities como Kylie Jenner han metido en sus bocas para que parezca que toda su dentadura es de oro macizo. Pero no siempre fue tan extrema. Hace 20 años comenzaron siendo diminutas gemas brillantes y de colores colocadas en algún diente, generalmente el colmillo. ¿Sabéis estos dibujos animados en los que alguien sonríe y le brillan los dientes? Pues era, literalmente, esa aplicación a la vida real.

Por supuesto, siempre que recuperamos tendencias pasadas lo hacemos con un pequeño twist, para darle carácter y personalidad. En este caso, frente al vicio que tenemos esta temporada con la logomanía y el marquismo, no podía ser de otra forma. Hay brillantes, hay colores. Pero, sobre todo, hay diseños como el conejito de Playboy, el símbolo del dólar o el logo de Nike y Chanel (sí, en serio). Y no, no estamos locos porque esta tendencia triunfe, la verdad sea dicha.

Fotos | @laceejae, @toothkandy, @luka_loser, @toothgemsatl, @identitybodypiercing, @dmvstylist_danni, @ellieatlas.

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