Hace unos años, MAC revolucionó el mundo del maquillaje con sus pigmentos, unos sombras de ojo en polvo, muy pigmentadas, que tenían miles de tonos y que podían combinarse entre sí para lograr una infinidad de looks. Además eran muy maleables y fácilmente aplicables, de ahí que se hicieran uno de sus best-sellers en poco tiempo.
Pero ¿qué es un pigmento MAC? Son polvos sueltos muy pigmentados, como hemos dicho, formulados de manera que se adhieran fácilmente y durante mucho tiempo a la piel del párpado. Duran mucho en el ojo y permiten que el look pase de ser un suave color tierra dorado a un brillante azul turquesa, simplemente añadiendo capas.
Debido a lo que duran, se han hecho muy populares en internet las llamadas muestras, que se compran para probar y también para usarlas cuando una no se maquilla mucho. Un botecito completo de pigmento os puede durar fácilmente dos años usándolo a diario. Se aplican con brocha de sombras normal, intentando que no coja un exceso de producto para aplicarlo mejor.
Os aseguro que los looks para la noche que se pueden lograr con ellos son asombrosos, por lo que os recomiendo que compréis unas muestritas (hay miles de colores) y probéis con ellos. Os dejo aquí los colores que yo uso como recomendación:
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Coco: El pigmento más vendido. Es un tono bronce suave, muy al estilo de la sombra que llevaba Penélope Cruz en los pasados Oscar.
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Fairylite: Está considerado como el “pigmento base”. Es un tono beige que sirve como base de cualquier otra sombra o pigmento que quieras aplicar.
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Golden Olive: Otro de los básicos. Es un verde oliva dorado, muy favorecedor para ojos marrones como los míos.
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Azreal Blue: Uno de mis favoritos. Azul acero tirando a gris con brillitos, típicos de estos pigmentos.
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Teal: Siendo como soy una fan de los tonos turquesa/verdes no podía faltar este pigmento, parecido a la sombra Parrot también de MAC.
Las que no los conozcáis ¿a qué estáis esperando?
En Arrebatadora | Sombras en tonos verdes
