Con la llegada del otoño siempre noto como si se me cayese más el pelo. Normalmente, procuro no alarmarme porque un amigo, que es dermatólogo, me explicó en su día que el cabello tiene un ciclo concreto de nacimiento y de crecimiento que, por lo visto, está muy relacionado con los factores hormonales, la radiación solar y los cambios de temperatura.
Según los dermatólogos, lo normal es perder entre 40 y 100 pelos cada día. Pero, conviene que tengamos en cuenta, que cuanto más largo tengamos el pelo, más evidente parece su caída, pues las mayoría de los pelos que se caen se enganchan en cepillos y peines. La generalidad de los champús que solemos utilizar, al carecer de principios activos, no son capaces de penetrar hasta el bulbo piloso, por lo que no actúan sobre su raíz ni influyen en su caída.
Sin embargo, he descubierto una gama de productos desarrollados a partir de aceites esenciales y extractos botánicos puros que, aunque un poco caros, son una auténtica maravilla. La firma es Philip B, y todos los reviews que he leído se refieren a él como a un gurú, un alquimista, en quien confían muchas de las estrellas de Hollywood.
Tuve la suerte de conocer a Philip B cuando vino a España, hace ahora dos años, y voy a compartir con vosotras sus sabios consejos. Lo primero que me dijo es que tenemos que acostumbrarnos a lavarnos el pelo sin rascar el cuero cabelludo. Lo mejor es masajearlo suavemente con las yemas de los dedos, para estimular la circulación, desde la raíz hacia las puntas, hasta que haga espuma. Como es lógico imaginar, el me recomendó uno de sus champús elaborado con aguacate y peppermint.
El aceite puro de menta elimina el exceso de grasa, sudor y el residuo de otros productos, reestructurando su brillo natural. La verdad es que el pelo queda limpísimo (el ruidito que hace cuando lo deslizas, todavía húmedo, entre los dedos es el mismo que cuando pasas un dedo por un cristal que acabas de limpiar). Después de aclararlo bien, a continuación conviene que nos apliquemos su champú Russian Amber.
Este segundo champú (el más caro de la gama, 168 €), al estar formulado con once aminoácidos, es capaz de actuar y de reconstruir el bulbo capilar hasta de los cabellos químicamente dañados por culpa de tintes y permanentes. Para obtener un beneficio completo, hay que dejarlo actuar durante cinco minutos.
Philip B aseguró que podía alternar este champú con otro de trufa blanca que también tenía acondicionador, ya que al llevar tomillo, ortiga, limón, lavanda, y proteína de soja ayudaban a fortalecerlo, “engordando” cada hebra de cabello. Estuve investigando un poco en Internet, y la ortiga lleva siendo utilizada por diferentes culturas, desde hace siglos, para ayudar al crecimiento del cabello por sus propiedades reconstituyentes.
Los productos y tratamientos de la firma Philip B para evitar la caída del cabello se pueden comprar por Internet, pero también los venden en perfumerías nicho (Isolee, Nadia).
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