Los proteoglicanos: fundamentales para una piel perfecta

Esta primavera, en el transcurso de una cena de amigas, en un momento dado, perdí el hilo de la conversación porque me estaba llamando la atención la piel tan tersa y joven que tenían las dos. Mientras las miraba, pensé que nadie diría que tenian más de cuarenta años cumplidos. Sin más, interrumpí y pregunté que habían hecho para estar tan impecables desde la última vez que las había visto. Entonces, me contestaron que era por que utilizaban las Ampollas de Proteoglicanos de Martiderm.

Los Proteoglicanos de Martiderm

Comenzaron, entusiasmadas, una nueva conversación sobre su resultado, buen precio y aplicación; dando por hecho, que yo estaba al tanto de todo. Así me enteré de su existencia. Al día siguiente quise sorprender y compartir con otra amiga la novedad, y me contestó que las llevaba utilizando un año. ¿Qué estaba pasando? Siempre a la vanguardia de la cosmética, y sin saber nada ¿Cómo podía haberme perdido algo tan bueno? Apabullada por mi ignorancia, pregunté a dos conocidas más ese mismo día y… ¡También las usaban! Por la tarde fui a comprarlas. Tenía que averiguar, cuanto antes, qué cambios sufriría mi piel si utilizaba los proteoglicanos.

Los compré y probé

Por la noche abrí la primera ampolla. En un primer momento, me hizo dudar su apariencia algo grasa, pero fue una falsa impresión; para mi asombro, tras un mínimo masaje mi piel absorbió completamente el producto, sin dejar ninguna sensación grasa. Me sorprendió el efecto tan agradable que provoca su aplicación, se extiende fácilmente (para mí fundamental) y cunde muchísimo. Experimenté una impresión tan placentera que parecía que mi piel había estado esperando ese producto toda la vida.

Por favor ¡Quiero saber que son los proteoglicanos!

Dejando a un lado todos los tecnicismos necesarios para entender su composición y funcionamiento, puedo explicar de manera sencilla y resumida que se trata de proteínas que se encuentran en nuestra piel. Macromoléculas, componentes esenciales, que restauran las células de la piel, responsables de dar turgencia, estabilidad y elasticidad. Además tienen la capacidad de captar agua hasta 1000 veces su peso molecular. Forman parte de las membranas celulares, matriz extracelular e interior de las mismas. El paso del tiempo, la contaminación, la luz solar, el estrés, tabaco, entre otras causas, hace que estos componentes se desestabilicen: la piel pierda su firmeza y se formen las arrugas.

Pero ¿Cómo funcionan las ampollas de Martiderm?

El aporte externo de proteoglicanos aumenta considerablemente la hidratación y firmeza de la piel. Tienen, además, una alta concentración de ingredientes y vitamina C pura, por ese motivo vienen envasadas de manera individual, para evitar la oxidación de ésta.

Su utilización tiene dos tipos de efectos:

A corto plazo: mayor luminosidad e hidratación, y a largo plazo: efecto reparador, prevención de arrugas, eliminación paulatina de las mismas, y reafirmación, lo que se traduce en considerable mejora de la calidad de la piel.

¿Cómo se aplican?

La ampolla se puede dividir en dos dosis, una por la mañana y otra por la noche, o bien, en dos días (solo por la mañana o por la noche). En este caso, la segunda aplicación no debe exceder más de este segundo día, desde la apertura de la ampolla, para que la vitamina C no se oxide y pierda sus propiedades. Para ello, la caja incluye un aplicador con un pequeño tapón. Conviene preservar de la luz el contenido restante, hasta su uso.
Se ha de extender sobre la cara, cuello y escote limpios, y dar un pequeño masaje. Después, esperar diez minutos, tiempo en el que se absorbe completamente, y aplicar la crema hidratante habitual de día o noche.

¿Dónde,cuando y cuánto?

Se venden en farmacias y parafarmacias.
Existen tres tipos de ampollas en función de cada de piel. Yo utilizo Proteoglicanos, para pieles secas o deshidratadas. La caja de 10 unidades vale unos 17 € y la de 30 unidades 33 € (aprox). Treinta ampollas duran 30 o 60 días, dependiendo de la dosificación que elijamos llevar a cabo. Yo, opto por utilizar una al día, mitad por la mañana y el resto por la noche. Salvo los días de verano, en que me he aplicado sólo media cada noche.

No se debe pensar que los proteoglicanos estan indicados únicamente para pieles maduras. Es el estado de la piel, el que indica cuándo se deben comenzar a utilizar, pudiendo hacerlo desde los veinte años, si la piel esta castigada o deshidratada. Se trata de un producto de tratamiento, es decir, podemos utilizarlo tanto tiempo como queramos; periodos prolongados meses o años, si nos gusta. Resultan fantástico aplicarlo tras una jornada de sol, deporte o rayos UVA, puesto que restauran por completo la hidratación de la piel.

Las otras dos presentaciones son: Proteoglicanos FSP, para pieles secas y mixtas y factor de protección solar 15 y Liposomas para pieles grasas.

Novedad

Las nuevas ampollas PHOTO- AGE, presentación de 10 unidades como tratamiento de choque para aplicar puntualmente (ideales para después del verano o épocas de fatiga) en las que la concentración de vitamina C sube de un 5% a un 15%. Este tratamiento se puede aplicar hasta cuatro veces al año, en caso de necesidad. Son diez ampollas para diez días exactos de tratamiento. Estas, solo se pueden dividir mañana y noche. Y sí estan más indicadas a partir de los treinta años. Cuestan entre 28 y 30 €, dependiendo del establecimiento.

Atención: he podido comprobar que el precio de todos los envases anteriores varia muchísimimo de un establecimiento a otro, yo las compro por el importe que recomiendo, pero me han llegado a pedir en algunos sitios hasta por 41 € por la caja de 30 unidades de Proteoglicanos, que cuestan 33 € en mi farmacia habitual. Por lo tanto… ¡Cuidado!

Desde que utilizo Los Proteoglicanos de Martiderm, la calidad de mi piel ha cambiado,lo sé porque mis conocidos me dicen que estoy mucho mejor y más guapa. Y me preguntan que he hecho para mejorar tanto. Como pregunté yo, en aquella cena de primavera.
Así que ¡Algo tan bueno, hay que compartirlo!

Imagen | Lilya Fall/Winter 2012
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