Probablemente, el Sistema de tres pasos de Clinique sea el tratamiento más conocido de esta firma norteamericana. Bajo el leivmotif “¿Se puede crear una buena piel? ¡Sí!”, estos tres productos se alían entre sí para intentar ofrecernos buenos resultados.
He estado probando este sistema durante un mes y estoy satisfecha con los resultados, de momento. Una, prueba algo con reticencias y escepticismo al principio, pero luego comprueba gustosa cómo las cosas funcionan. Pero todo esto no es sólo gracias a los tres pasos, sino a un ingrediente muy importante: la constancia, fundamental para notar los efectos en esto de la belleza.
Os comento cómo funciona esto de los tres pasos, desde mi primera toma de contacto con Clinique, de la que no había probado más que un labial, hasta los resultados que he obtenido hasta el momento.
Antes de lanzarte a comprar nada, una experta de la firma ha de realizarte un rápido examen visual de la piel, ayudada por un espejo dermatológico (más abajo lo véis, ¡yo quiero uno para mi casa!) con luz y aumento. Tras esa primera toma de contacto, y preguntarte por las necesidades de tu piel te hará un test con el computador Clinique.
A ver, esto del computador no es nada electrónico, se trata de una cajita con pestañas donde se van marcando tus respuestas a los diferentes tipos de preguntas sobre el color de tu pelo y ojos, sobre cómo reaccionas al sol, tu tendencia a tener granitos o poros dilatados y demás. Tras realizar este test, la última pestaña del computador te dirá un número.
El número es el código de tu tipo de piel:
- Tipo 1: Piel seca y sensible
- Tipo 2: Piel seca-mixta
- Tipo 3: Piel mixta-grasa
- Tipo 4: Piel grasa
Es importante este estudio preliminar para tener claro cómo es tu piel y cuál es tu número ya que la mayoría de los productos de tratamiento de Clinique tienen versiones diferentes, con su número correspondiente, y por tanto, destinadas a uno u otro tipo de piel.
A mí, por ejemplo, me salió un empate técnico entre los tipos 2 y 3. Aunque tengo el pelo muy oscuro poseo una piel muy blanca, me quemo con facilidad, tengo líneas de expresión, y la piel con tendencia a engrasarse y a tener granitos. En este caso, la experta me comentó que lo que decidía en mi caso eran esos problemas de acné antes que las incipientes arruguitas, por eso se me otorgó un tipo 3 de piel.
Aquí podéis ir viendo una tarjetita con mis respuestas, y el tipo de piel final:
Esta primera toma de contacto, gratuita, con una persona formada por la marca que te explica y vende a la vez me pareció bastante buena. Y explico por qué: aunque realmente luego no compres nada, porque no te convenza o porque te parezca caro o lo que sea, al menos has invertido unos minutos en pensar en tu propia piel y en sus necesidades.
Lo de los tipos de piel es algo que hemos oído muchas veces, lo del sol, los poros, el color del pelo… Bueno, pues es hora de sintetizarlo todo mínimamente y saber cuál es tu tipo de piel en este momento (la piel cambia) y cuáles son tus necesidades en este instante (atenuar arrugas, cerrar poros, nutrición, hidratación, regular grasa…)
En los próximos días os contaré en qué consiste el tratamiento, sus pros, contras y peros y mi opinión sobre él. Mientras, podéis ir pensando en las preguntas de arriba, a ver qué tipo de piel os sale.
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