Hay arrugas que nos suelen salir por la edad, por el tipo de nuestra piel o por los tratamientos que nos han faltado a lo largo de mucho tiempo. Pero hay otras que son las que salen prematuramente por los movimientos de nuestra cara al expresarnos, que se acentúan mucho y son difíciles de controlar.
Entre ellas el entrecejo, las patas de gallo y las que salen entre la nariz y las mejillas. Si las quieres mantener a raya ponte antes de acostar una gota bien difuminada en la arruga de aceite de rosa mosqueta. Los días que no tengas que salir de casa puedes repetirlo cada 4 o 5 horas para hacer un tratamiento intensivo.
El alto poder regenerativo de este aceite mantendrá las arrugas mucho más difuminadas a lo largo del tiempo. También es muy aconsejable mirarnos en un espejo y provocar que salgan, conocer los músculos que las provocan y aprender a mantenerlos más serenos en las diversas situaciones que provocan la arruga. No es cuestión de parecer estatuas, si no de corregir ese mal hábito.
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